Cardenal López Rodríguez pide agilizar
control violencia

Cardenal López Rodríguez pide agilizar <BR>control violencia

POR LLENNIS JIMÉNEZ
El cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez pidió ayer a las autoridades agilizar las medidas de control de la violencia, porque el pueblo ha demostrado sobrada paciencia con las acciones que llevan dolor a las familias dominicanas.

Indicó que muchas familias han tenido que abandonar sus hogares por el incremento de la violencia en los barrios.

El Cardenal pidió la creación de fuentes de empleos, facilidades de educación y asistencia social.

Atribuyó el auge de las drogas y la delincuencia en la gente joven a la falta de trabajo.

El arzobispo metropolitano de Santo Domingo oró por los padres, al conmemorarse hoy su Día, al tiempo de exhortarlos a preocuparse más por la orientación de sus hijos, velar por el fortalecimiento de la familia y vigilar de cerca el contenido que les llega por la Intenet y los medios de comunicación.

López Rodríguez reiteró su proclamación a favor de la defensa de la vida al conducir en la mañana de ayer un encuentro televisivo con matrimonio jóvenes, el cual se transmite los sábados de 9:00 a 10:00 de la noche, bajo el nombre el «Cardenal con los Jóvenes». El espacio, que comparte con la joven Pamela Simó, se transmite por Televida, canal 41.

El purpurado expresó su rotundo rechazo a los matrimonios entre homosexuales que se han dado en algunos países, tras afirmar que nunca estará de acuerdo con ese tipo de uniones.

«Ni estoy ni estaré nunca de acuerdo con eso, de ninguna manera», consideró al ofrecer declaraciones a los medios de comunicación al termino de las grabaciones de alrededor de una hora, a la que asistieron unas 35 parejas, entre matrimonios, unos con hijos, y jóvenes que aspiran a contraer nupcias.

Dijo, en otro orden, que hace falta agilizar un poco el paso con relación al tema de la violencia, porque el país ya ha aguantado mucho.

«No es asunto de que bien… paciencia, muy bien, pero ¿díganos qué tiempo hay que aguantar la paciencia esta?» Porque ya paciencia hemos demostrado sobradamente», planteó.

El cardenal sostuvo que él, que conoce muy bien todos los barrios de la capital, en los que ha creado parroquias y cuenta con sacerdotes en esas zonas, lo que le preocupa precisamente es el hecho de que muchas familias sencillas se tienen que escapar de los sectores, debido a que no pueden aguantar la convivencia.

Manifestó que la gente que optar que irse de los barrios con altos niveles de violencia, es porque son amenazadas, en otras ocasiones, temen que les llegue un balazo un día, lo que calificó de grave.

López Rodríguez opinó que cuando una familia muy humilde se ve obligada a emigrar y otras, que como se le ha dicho, se ve obligadas a dormir donde algún pariente, «eso es desintegrar, desarticuladamente».

Recordó que en sus recientes declaraciones a los medios de comunicación dijo que no es desconocedor de que hay otros problemas que también tienen que ser resueltos en el país, además, de la violencia, como la educación, el trabajo. «O sea, que todo esto es lo que está llevando a mucha gente joven a meterse en droga y en delincuencia».

Planteó que se trate de trabajar más la educación de los jóvenes y ver cómo a los muchachos se les brinda la oportunidad de que también se pongan a trabajar.

PARA LOS JÓVENES

Amor y veneración llamó el cardenal López Rodríguez a las familias a tener desde el principio mismo del matrimonio. Aseguró a las parejas casadas que están sacramentados por la voluntad expresa de Jesucristo, al igual que por la de quienes optan por la unión.

Advirtió que muchos matrimonios sucumben porque las parejas emprenden la empresa equivocada y porque se casaron individuos que no debieron formar un hogar. Favoreció que la pareja inicie su relación en un estilo modesto sin endeudarse extraordinariamente.

Aconsejó a los matrimonios tener una gran capacidad de conocimiento, de relaciones humanas, de enamorarse y de convivir sobre la búsqueda de la felicidad, sin que uno quiera crear conflicto tratando de adaptar al otro a su manera de ser.

Definió la vida matrimonial como un noviciado, sin plan de engañarse, y le recomendó a las parejas prepararse bien antes de unirse tanto en lo emocional, social y lo espiritual, orando, y contando siempre con la gracia de Dios para que los acompañe.

El prelado inició el espacio a que también asistieron jóvenes solteros, a eso de las 8:30 de la mañana en los estudios de Televida, exhortándole a las parejas sus consideraciones sobre experiencias o sugerencias, sin formalidad alguna. Varios grupos y artistas animaron el espacio con canciones de alabanza y adoración.

Tanto los hombres como las mujeres se interesaron en preguntarle al cardenal, entre otros tópicos de la vida en fe, consejos y orientaciones sobre cómo evitar y controlarles a sus hijos los contenidos de la Internet, recomendaciones para combatir los antivalores, lo que espera la iglesia de los matrimonios y la forma de sobrellevar una familia.

López Rodríguez sugirió a los padres no presentarles a sus hijos los medios de comunicación como algo negativo, sino con una valoración positiva de todo lo que se encuentra en la comunicación social.

Se mostró partidario de la tecnología y se refirió a importante avance de la Internet, al que definió como una red y pista extraordinarias, por donde corre cualquier cosa. «Desde lo más sublime hasta lo más ridículo, pornográfico y grosero».

El religioso les recomendó a los padres sentarse con los hijos a pedirles que aprendan a valorar lo bueno de la Internet y en diálogo de absoluta franqueza, decirle que no se está de acuerdo con la violencia, con lo que les distorsiona la mente y lo que no les aporta al sano crecimiento, y de desarrollo.

«La educación exige amor y mucho diálogo», señaló, tras rechazar que se condenen los niños por sus actuaciones, en vez de orar mucho por ellos.

La mayoría de las parejas correspondían al Ministerio Encuentro Católico para Novios, que funciona en distintas parroquias, así como de la comunidad «Unidos en Jesús».

En forma de chistes, el cardenal contó algunas de sus experiencias durante sus 41 años de vida religiosa, entre las que incluyó situaciones acontecidas en otros países y que les traían recuerdos entrañables.

El arzobispo entiende que hay un plan original de Dios, de crear hombre y mujer, dos seres distintos, pero con muchas semejanzas entre sí. Es, decir, que Dios ha querido que en la pareja humana, haya esta dimensión espiritual».

Habló de la importancia que dio Jesucristo a la unión natural que forman las parejas y de la significación que tiene para la iglesia.

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