El cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez se opuso ayer a la extensión de la huelga médica que afecta a los hospitales públicos, por considerar que el país no está para esas cosas.

Dijo, asimismo, que en este momento de tanta crisis no se está discutiendo la legitimidad o no de la huelga y que se debe mejorar las condiciones de vida de los médicos, con lo que añadió estar de acuerdo, pero que no se puede aceptar que personas que llegan desesperadas con la única posibilidad de que alguien les extienda una mano, se marchen decepcionadas.

Expresó que no se puede justificar esa situación y que hay que atender a las personas, ya que el médico tiene un juramento de defensa de la vida humana.

Monseñor López Rodríguez habló con los periodistas luego de inaugurar el Monumento al Niño por Nacer, en la Plazoleta de los Curas, al lado de la Catedral, donde asistieron personalidades de diferentes sectores.

Dijo entender que hay que tratar de ver cómo se logra eso en todo momento, particularmente con los sectores que son los que más sufren las consecuencias de esa huelga.

En relación con los pronunciamientos del presidente del Colegio Médico Dominicano, Waldo Ariel Suero, de que podrían extender la huelga, dijo que entonces se declaren en huelga de brazos caídos y que una persona que tenga un poquito de sensibilidad, debe pensar.

[b]ANTICONCEPTIVOS[/b]

En relación con los abortos, el cardenal López Rodríguez dijo que ojalá que se tenga capacidad para llevar una educación sexual seria, sin repartir preservativos, que es lo que hacen los países que no creen en la educación.

Manifestó que la iglesia cree en la educación sexual en base a valores y respeto a la sexualidad y que hay que educar a la niña y al niño en el respeto a su propia sexualidad y en la responsabilidad que conlleva concebir un hijo.

Expresó que si en vez de estar gastando millones en preservativos y en los anticonceptivos que se usan en el país, se estuviera invirtiendo dinero en educar, la cosa sería distinta.

Dijo que la iglesia no tiene que cambiar nada en relación con su lucha contra los anticonceptivos, porque su posición no es inmoral y que quien tiene que cambiar es el inmoral, ya que jamás tiene que justificarse la muerte.

El monumento fue diseñado por el arquitecto René Alonso, construido por un pedestal sobre el cual hay una escultura en bronce con unas manos entrelazadas protegido un embrión.

En el acto habló el presidente de la Asociación de Médicos Católicos, Freddy Contín, quien explicó que el monumento simboliza que Dios es el único dueño, dador y protector de la vida.