El cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez rechazó ayer que nuevamente se busque una modificación a la Constitución de la República y estimó que tal propuesta es inadmisible además de que constituye una iniquidad y falta de respeto a los dominicanos.

Asimismo el prelado se refirió a las rencillas personales entre los candidatos a la presidencia, a la crisis económica del país y la alegada politización de la Junta Central Electoral (JCE).

López Rodríguez exhortó a los líderes políticos a olvidar las rencillas y que busquen lo que realmente le interesa al pueblo dominicano.

Señaló que al pueblo no le interesan las discusiones entre los candidatos, sino que le presenten propuestas de soluciones a los problemas económicos y sociales.

Se refirió a la propuesta de modificación constitucional del diputado del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) Henry Sarraf para instituir la “ley de Lemas”, una fórmula uruguaya que permite a los partidos presentar varios candidatos presidenciales y para otras posiciones. Ese proyecto no ha sido formalmente presentado al Congreso.

López Rodríguez, al responder a periodistas, dijo: «A este país hay que respetarlo, o sea, que no pueden estar haciendo acomodaciones constitucionales acordes a lo que algún partido político le interese. Eso es absolutamente inadmisible, eso es una iniquidad, ya se nos ha impuesto recientemente una reforma constitucional, cuando convenía, ahora vienen con otra tontería. Que respeten a la gente. Aquí no somos imbéciles, somos gente que pensamos y yo no estoy de acuerdo con eso absolutamente. Que dejen esa Constitución como está, tranquilamente».

El Cardenal envió, además, un mensaje de felicitación al pueblo dominicano. «Yo creo que es muy legítimo el que también le deseemos al pueblo un año mejor del que ha pasado».

Dijo que es necesario que todos hagan un gran esfuerzo para que realmente se logren momentos de tranquilidad, que no haya tanta zozobra.

Afirmó que no podemos perder de vista que es un año electoral y que por consiguiente, pueden caldearse los ánimos, además de las divisiones internas que afectan a los partidos, que inclusive le han impedido concretamente al partido del gobierno presentar su propio candidato.

Dijo estar preocupado porque hay dentro de los partidos un malestar que no han sido capaces de solucionar por lo que, a su juicio, hace falta que los líderes políticos olviden las rencillas personales y traten de buscar lo que realmente es interés del pueblo.

«Creo que empezamos un año que ciertamente será muy caldeado por la misma situación política, pero también creo que hay una buena reserva moral en el pueblo dominicano que por otra parte ha estado sufriendo los últimos tiempos una serie de precariedades y de alguna razón quisiésemos que eso de alguna forma se fuera solucionando y no agravando más como hasta ahora», argumento.

[b]LA JCE[/b]

López Rodríguez habló con los periodistas al término de la misa con motivo de la Jornada Mundial por la Paz que se celebra el día primero de enero de cada año en la Catedral Primada de América.

Dijo que desde un principio ha dicho y lo sostiene que la actual JCE nació con un «pecado original».

«Siempre lo he dicho, no tienen que haber políticos en esa junta, si le entregan esa junta a un grupo de hombres y mujeres serios, que no tengan que obedecer a nadie, esa es la única solución», agregó.

Considero que en la JCE deben ser designados hombres y mujeres independientes, que aunque tendrán que mantener diálogo con todos los partidos, no obedezcan a intereses de nadie.

Agregó que la defensa de los intereses de cada partido es lo que crea el conflicto, lo que genera desconfianza en la población y lo que hace perder credibilidad la JCE.

[b]LA DIVISIÓN[/b]

En otro orden el cardenal López Rodríguez deploró que el presidente Hipólito Mejía haya respondido que los obispos no tienen autoridad, cuando se han referido a la división del PRD y a las aspiraciones de repostulación.

«En nuestro último mensaje los obispos hablamos claramente. El Presidente dio una respuesta que a mí me extrañó enormemente sobre que los obispos como que no tienen autoridad. ¿Y quién la tiene? El Presidente de la República no es el único con derecho a opinar en la República Dominicana, tenemos derechos y obligación de hablar los hombres y mujeres que sabemos lo que tenemos que decir», afirmó López Rodríguez.