El cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez presidió ayer la misa con motivo de la “Jornada Mundial por la Paz”, que este año tiene como tema «Educar por la Paz».

A la ceremonia asistieron representantes del gobierno y del cuerpo diplomático, estos últimos encabezados por el nuncio apostólico, monseñor Timothy Broglio.

La misa, oficiada al mediodía en la Catedral Primada de América, fue concelebrada por sacerdotes y seminaristas del Seminario Redentoris Mater y cantada por el coro de la catedral, dirigido por el profesor José Delmonte.

En su homilía, el cardenal López Rodríguez comentó ampliamente el mensaje del Papa Juan Pablo Segundo, con motivo de la “Jornada Mundial por la Paz”, en el cual destacó que «no hay paz sin perdón», en referencia a la crisis entre israelíes y palestinos, en el Medio Oriente.

Monseñor López Rodríguez, arzobispo de Santo Domingo, citó al Papa Juan Pablo II, cuando señala en su mensaje que «no se encontrará una solución a los problemas que aquejan a las poblaciones de aquella región, hasta que no se decida superar la lógica de la estricta justicia, para abrirse también a la del perdón”.

En otro orden, el cardenal López Rodríguez refirió el señalamiento del Papa cuando dice que la lucha contra el terrorismo no puede reducirse sólo a operaciones represivas y punitivas, ni simplemente a reducir ni a castigar.

«Es esencial que, incluso, el recurso del uso de la fuerza, si es necesario, vaya acompañado por un análisis lucidos y decidido de los motivos subyacentes a los ataques terroristas», dijo el cardenal.

Añadió que el Papa plantea, al mismo tiempo, que la lucha contra el terrorismo debe realizarse en el plano político y pedagógico, por un lado, evitando las situaciones de injusticias y por el otro, por una educación inspirada en el respeto de la vida humana.

«Creo que este es un punto que merece especial atención, porque no podemos quedarnos simplemente en lo que aparece. Los hechos y sus lamentables consecuencias, es lo que lleva a la gente a esta desesperación”, dijo.

Refirió que el Papa aboga también por una renovación profunda del ordenamiento jurídico internacional, a raíz del cumplimiento de los 50 años de la creación de las Naciones Unidas, entidad que estima necesaria para la paz mundial.

«El Papa reitera el pedido que se le dé al mundo un nuevo estutus internacional, que garantice justamente el derecho de todos los pueblos», indicó López Rodríguez.