DIEGO PESQUEIRA
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El cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez afirmó anoche que el amor al prójimo reclama a todos una gran sensibilidad frente a la pobreza y un empeño decidido para intentar eliminarla, tras exhortar a la población a enfrentar la crisis moral y espiritual, así como recuperar el respeto a los símbolos patrios.
El arzobispo metropolitano de Santo Domingo hizo la afirmación en presencia del presidente Leonel Fernández, y su esposa Margarita Cedeño de Fernández, al pronunciar la homilía en la Catedral Primada de América, durante el Tedeum con motivo del 164 Aniversario de la Independencia Nacional.
Resaltó que el amor al prójimo nos reclama hoy, ante todo, la unidad de todos los dominicanos, y la superación de nuestros enfrentamientos estériles.
Dijo, además, que la bondad del pluralismo político, que es connatural a la democracia, consiste en la oferta variada de concepciones sobre cómo poner en práctica la gestión gubernativa de una Nación. De ninguna manera conlleva la confrontación y el irrespeto mutuo.
Expresó que «no podemos olvidar que la Patria es un proyecto nunca concluido y que está siempre en vía de realización».
El amor al prójimo nos reclama hoy, ante todo, la unidad de todos los dominicanos, y la superación de nuestros enfrentamientos estériles. Esta unidad no está reñida con la aceptación respetuosa y sincera de las ideas ajenas, dijo.
Las claves
Los símbolos patrios
López Rodríguez recordó que los antepasados se esmeraban en venerar los símbolos patrios, que se detenían al escuchar la interpretación del Himno Nacional y cuando se izaba o arriaba la bandera.
La queja
Dijo que hoy se observan estos con cierta indiferencia en la mayoría de los casos.