POR JUAN M. RAMIREZ
El arzobispo de Santo Domingo, cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez, definió como “inadmisible e improcedente” la actitud de algunos sindicatos del transporte de obstruir el tránsito y alterar el orden y la paz pública, en protesta por la condena judicial a varios sindicalistas y ex funcionarios implicados en el caso del Plan Renove.

Monseñor López Rodríguez descalificó a los choferes que por esa causa  quieren paralizar el país, tras señalar que la justicia actuó correctamente, apegada al deber y al buen derecho.

También sostuvo que a la justicia hay que dejarla actuar, por lo que no hay razón para impedir que los demás ciudadanos circulen libremente por las calles.

Recordó que ya hay dos sentencias que condenan a los sindicalistas que fueron beneficiados irregularmente con el Plan de Renovación de Vehículos, por lo que entiende que la justicia debe ser felicitada por cumplir con su deber.

Rechazó que la sentencia constituya una vergüenza, como la definió el ex presidente Hipólito Mejía.

Entrevistado luego de oficial una eucaristía en la Casa San Pablo, en la capital, el cardenal López Rodríguez consideró que si la justicia hubiera hecho lo contrario, entonces cabría el término de vergüenza.

Recordó que los que hoy critican los tribunales se quedaron callados cuando fueron emitidas sentencias que los favorecieron.

Ayer, el empresario del transporte Blas Peralta, condenado a seis meses de prisión domiciliaria y al pago de una multa de RD$2.0 millones, advirtió al gobierno que no habrá paz en el transporte de pasajeros y de cargas, si no aplican “justicia” en el caso Plan Renove.