POR ODALIS MEJIA
El cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez señaló ayer que cada día se hace más necesario tener la familia como fundamento para enfrentar la desintegración que afecta esta importante célula social.
Dijo que el problema de hoy en día es que se ha destruido la familia en sus relaciones primarias, por lo que el desafío mayor es su recomposición.
Apuntó que cada uno de los miembros que integran la familia deben respetarse y tolerarse entre sí, al grado de crear un grado de pertinencia grande en la comunidad familiar.
Aconsejó que pese a los problemas y dificultades que enfrenta la familia de hoy, esta debe mantenerse íntegra porque eso ayuda a tener más fortaleza ante las vicisitudes.
Hay que luchar para que la familia se consolide de forma monolítica, sugirió, tras reconocer que todas las familias pueden tener dificultades y tensiones, por lo que el sufrimiento no le es ajeno.
El cardenal deploró las legislaciones que propician el divorcio como si fuera una gran conquista social cuando lo único que promueve es la desintegración de la familia.
López Rodríguez recordó que la iglesia siempre ha tenido a la familia en un sitial fundamental y que eso es cada vez más necesario sobre todo en el mundo de hoy donde el concepto de esa célula social ha evolucionado considerablemente.
El prelado habló sobre el tema durante la celebración de la Fiesta de la Sagrada Familia con una misa en la Catedral Primada de América y durante la cual se presentaron varias mujeres embarazadas y los miembros más indefensos de la familia (los niños y los ancianos), para que sean acogidos y bendecidos.