Por MARIEN ARISTY CAPITAN
Para disminuir el nivel de delincuencia que existe en el país es necesario incrementar el patrullaje en las calles, según propuso ayer el arzobispo metropolitano de Santo Domingo, Nicolás de Jesús López Rodríguez, quien se mostró de acuerdo con monseñor Agripino Núñez Collado al asegurar que se requiere una revisión del Código Procesal Penal.

Es que este Código, subraya el cardenal, es un instrumento jurídico que está adelantado a la realidad de la República Dominicana puesto que no sido lo suficientemente estudiado. Tampoco ha sido comprendido por los jueces y, mucho menos, ha sido bien aplicado.

El mejor ejemplo de lo que dice, manifiesta, López Rodríguez está en un caso que tuvo lugar en la ciudad de Santiago. “Hay un muchacho que mata a un policía, el juez lo manda a su casa sin custodia y al otro día se fue para Nueva York. El agarró un billete y se fue”, dijo López Rodríguez momentos antes de ser entrevistado en el programa “Por su seguridad”, que produce Federico Duval Santelises en Teleradioamérica.

Con la finalidad de evitar que esto siga sucediendo, López Rodríguez apunta que es necesario que los que elaboraron el Código discutan con expertos en el tema para determinar dónde están los puntos débiles de esa ley.

Lo peor de ese Código, entiende el prelado, es que defiende más a los delincuentes que a las víctimas. “El delincuente tiene derechos humanos, indiscutiblemente, pero la víctima también tiene derechos humanos. Da la impresión muchas veces, en este tipo de defensas, de que estamos defendiendo más al delincuente que a la víctima, lo cual es una incongruencia. Hay que buscar un equilibrio en ese tipo de posiciones”.

En otro orden, López Rodríguez también está de acuerdo con Núñez Collado en que hace falta un concierto de voluntades para ver de qué manera la gente se une para buscar la forma de enfrentar de manera seria el problema de la delincuencia.

Una de las principales instituciones que debe cooperar en ello es la Policía Nacional, una institución que está obligada a cuidar la seguridad de los ciudadanos. Esta obligación, apuntó López Rodríguez, nunca debe olvidársele al jefe de la institución, general Bernardo Santana Páez.

Lamentando las declaraciones que ofreció recientemente Santana Páez, López Rodríguez aseguró que el general se equivoca al afirmar que la gente tiene que defenderse por sí sola.

“Eso no es verdad. ¿Cuál es la función de la autoridad? La autoridad, y más la policial, tiene que preservar la seguridad de la ciudadanía sino para qué está”, apuntó el cardenal al tiempo de sostener que lo que procede en este caso es que se le pida a la gente que tenga precaución y no se exponga innecesariamente.

Pasando a la propuesta del aumento en el patrullaje, López Rodríguez entiende que sería bueno que los militares se integren a  esas labores pero sin vestir el uniforme oficial. Si lo usaran, establece, se estaría dando la impresión de que el país está militarizado porque está ante una guerra civil.

Tras sostener que eso sería contraproducente en momentos en que se quiere afianzar el sector turístico, López Rodríguez manifiesta que es necesario que se determine cuáles son las causas que han generado el aumento de la violencia.

Entre esas causas, expone el cardenal, están los problemas familiares. “Muchas veces estos muchachos no han tenido familia, han crecido sin un hogar que los acoja”.

También, afirma López Rodríguez, influye el que no haya asistido a la escuela ni capacitado en ningún oficio. “Estos muchachos no trabajan entonces lo que necesitan es buscar dinero de cualquier forma”.

Las drogas ocupan otro eslabón importante. “Las drogas están dañando, pervirtiendo, corrompiendo a una infinidad de gente. Y ese narcotráfico que tiene una presencia entre nosotros, que no puede discutirse”.