Cardióloga advierte posibilidad segundo infarto; insiste en rehabilitación

Cardióloga advierte posibilidad segundo infarto; insiste en rehabilitación

El riesgo de que un paciente tenga una recaída con un impacto similar tras padecer un primer infarto es doble, por lo que es imprescindible un plan de rehabilitación cardiovascular.
Al tema se refiere la doctora Máxima Méndez, cardióloga, quien asegura que el paciente no puede ser dado de alta sin un plan de rehabilitación.
La especialista asegura que el protocolo indica que el cardiólogo enseña al paciente que ya ha tenido un infarto, cómo reconocer un nuevo infarto y la forma oportuna de buscar ayuda médica de emergencia, esto debido a que los pacientes que se han infartado tiene el doble de riesgo de hacer un nuevo evento que otros que no lo ha tenido.

Según la Sociedad Americana del Corazón ( American Heart Association) en una publicación hecha en el 2015 para la revista Circulation, se estima que 935 mil norteamericanos tendrán un evento coronario, angina o infarto y que de ellos el 30 % podría tener un segundo evento.

Antes de empezar a hacer ejercicios, el médico puede hacerle una prueba de esfuerzo, que consistirá en hacerle caminar en una caminadora mientras están siendo monitoreadas su frecuencia cardíaca, electrocardiograma y su presión arterial.
Se le harán recomendaciones de ejercicios y un plan estratégico de ejercicios que se realiza según se programe.
Advertencia Los pacientes no deben cambiar su plan de ejercicios sin consultar con el médico. La cantidad e intensidad de la actividad dependerá de qué tan activo era el paciente antes del ataque o qué tan grave fue el ataque cardíaco, insiste la especialista.
Lo bueno La rehabilitación cardíaca reduce el riesgo de un nuevo evento, disminuyendo e incluso revirtiendo la progresión de la enfermedad cardiovascular, insiste la cardióloga.
Pacientes con otras enfermedades cardíacas, no necesariamente solo por infarto, tales como como los que han sido sometidos a reparación de válvulas cardíacas, asegura Méndez.
La tristeza Luego de un infarto o de una cirugía cardíaca no es raro que el paciente se sienta triste, ansioso, incluso temeroso de padecer un nuevo evento. Todos estos sentimientos son normales, insiste; en la mayoría de las personas suelen desaparecen después de dos o tres semanas, a medida que se son educados adecuadamente y se van integrando paulatinamente a su vida diaria anterior.

Asimismo, el equipo de rehabilitación cardíaca ayudará a aprender qué alimentos comer y qué ejercicios hacer para mantenerse saludable.

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