Hoy 
POR FERNANDO QUIROZ
El ex presidente de Brasil, Fernando Henrique Cardoso, dijo anoche que la tendencia de gobiernos de izquierda que vive América Latina no representa una amenaza para la democracia, sino las desigualdades sociales, a las cuales entiende hay que darles respuestas oportunas.
Más allá de la tendencia política que posean los gobiernos latinoamericanos, lo realmente importante es que a través de las instituciones democráticas de cada gobierno se resuelvan las necesidades básicas de sus ciudadanos, sostuvo.
Cree que el desafío real tiene que ver con la coyuntura económica mundial, que afecta a todos, aunque no de la misma manera. Preocupa más, añadió, cuáles son las medidas a tomar para enfrentar la pobreza.
Evitar un impacto negativo en América Latina dependerá de la formación de los recursos humanos, de la capacidad de toma de decisiones adecuadas y del buen uso de los recursos naturales, manifestó.
Cardoso pronunció la conferencia el estado de la democracia en América Latina, en la sede de la Organización de Estados Americanos (OEA), en Washington, la cual fue transmitida vía satélite en la Fundación Global, Democracia y Desarrollo (FUNGLODE), que lidera el presidente Leonel Fernández.
Hay que ver la situación de la democracia con menos pesimismo ante el soplo de la izquierda, exhortó Cardoso, presidente del Club de Madrid.
La conferencia fue comentada en FUNGLODE, en esta capital, por el embajador de Brasil en República Dominicana, Ronaldo Dunlop, y el experto dominicano en relaciones internacionales Alejandro Vicini. En el encuentro participaron numerosos estudiantes universitarios.
Esta conferencia fue la décima segunda conferencia de la cátedra de las Américas que organiza la OEA. Cardoso, político y sociólogo, fue presidente de Brasil en dos ocasiones, 1995-1999 y desde este año hasta el 2003. Es el predecesor del actual presidente Ignacio Lula Da Silva.
El evento se realiza analizando los gobiernos de Hugo Chávez, en Venezuela; Ignacio Lula Da Silva, Brasil, y más recientemente Evo Morales, Bolivia.
En los países latinoamericanos, señaló Cardoso, no se es bueno redistribuyendo los ingresos.
Puntualizó que los ciudadanos tienen la esperanza de que en sus países surja un salvador de la patria, pero no líderes que se salven asimismo o a sus bolsillos.
Una de sus mayores preocupaciones es la desigualdad existente en América Latina, por el temor de que los pueblos hagan sentir sus frustraciones. Llamó a no cortar ni serruchar la democracia que viene floreciendo.
Históricamente en países del cono sur hay segmentos poblaciones marginados que ahora se sienten reivindicados con los llamados gobiernos de izquierda.
Sin embargo, manifestó que en todos los países donde hay grandes segmentos poblacionales no integrados hay problemas.
El populismo, la supuesta izquierda de hoy, puede venir de diferente manera, dijo Cardoso.
No se está hablando de una izquierda anacrónica, dijo, ni nadie está proponiendo un partido único.
Ve que es necesario tener ojos bien abiertos ante la amenaza de la globalización para garantizar los intereses nacionales, pero
otro de los problemas que observa Cardoso es la impunidad en estos pueblos frente a la corrupción administrativa. La gente, agregó, sigue con esperanza de que surja alguien que haga justicia.
Asimismo, advirtió sobre el efecto globalizador de la delincuencia, que entiende va minando la democracia.
