Carga de  papeles fraudulentos traba  ejecuciones hipotecarias

Carga de  papeles fraudulentos traba  ejecuciones hipotecarias

La existencia de un sistema lleno de documentos dudosos, firmas falsificadas y fraude de parte de los prestamistas impacientes por salir de préstamos malos, amenaza con detener el sistema de ejecuciones hipotecarias en los Estados Unidos.

The Washington Post informó que  J.P. Morgan Chase congeló el pasado miércoles 56,000 ejecuciones hipotecarias, admitiendo que es posible que algunos empleados hayan firmado documentos sin una revisión apropiada.

El portavoz de Chase Tom Kelly dijo que la compañía pidió a los tribunales que no emitan sentencias en casos pendientes hasta que la compañía tenga tiempo de reexaminar la documentación «para verificar que las declaraciones juradas y otros documentos cumplen con los estándares de conocimiento personal o revisión en los casos en que se requiera».

«Aunque Chase no espera encontrar problemas reales y clientes que hayan sido afectados, si encontramos casos en que eso haya ocurrido tomaremos las medidas apropiadas», dijo Kelly.

Otra compañía de hipotecas, Ally Financial –el quinto prestamista en importancia del país– detuvo el 20 de septiembre los desalojos y la reventa de casas reposeídas en 23 estados. Jeffrey Stephan, a procesador de documentos de la compañía, admitió haber firmado 10,000 papeles de ejecución hipotecaria al mes sin leerlos.

The Washington Post explica que la vasta mayoría de las familias que enfrentan la ejecución hipotecaria no llevan a sus prestamistas a los tribunales. Pero eso podría cambiar, ya que un creciente número de propietarios están presentando demandas y alegando que el proceso es tan defectuoso que ellos tienen derecho a exigir la revisión de sus casos ante los jueces, aunque hayan dejado de pagar.

Los economistas afirman que esta tendencia amenaza con abrumar un sistema legal ya sobrecargado con las consecuencias del colapso del mercado de la vivienda, así como demorar la corrección en el valor de la vivienda que el mercado de bienes raíces necesita desesperadamente para regresar a la normalidad.

Expertos legales dicen que muchos propietarios podrían tener razón en sus reclamaciones, e incluso en algunos casos los prestamistas están retirando documentos de ejecución hipotecaria por miedo a que no puedan resistir una apelación.

Las profundas fallas en el proceso de ejecución hipotecaria se pusieron en claro la semana pasada luego que Stephan, empleado de la unidad de hipotecas de GMAC de Ally Financial, admitió en una declaración jurada haber firmado hasta 10,000 documentos de ejecución hipotecaria al mes sin molestarse en revisarlos. Eso hizo que Ally, que recibió un rescate federal por $17,000 millones y la mayoría de cuyas acciones fueron compradas por el gobierno, congelara los desalojos en 23 estados la semana pasada. Stephan firmó  ejecuciones hipotecarias para cientos de otras compañías de hipotecas, incluyendo J.P. Morgan.

Industria impaciente

Cada vez se hace más evidente la imagen de una industria –desde los agentes de préstamos en las oficinas locales de los pequeños centros comerciales hasta los titanes financieros de Wall Street– impacientes por purgar sus libros de hipotecas fallidas.

Para acelerar ese proceso, se falsificaron documentos, firmas y testigos notariales, y los responsables de revisar los papeles judiciales nunca leyeron los enormes expedientes que pasaban por sus escritorios a toda velocidad, según abogados y agentes policiales consultados por Washington Post.

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