Caribeando

Caribeando

Después de tanta furia vertida  el año pasado, entre galardones y homenajes. Después de tanto entusiasmo al ver el nombre de Juan Luis Guerra en primer plano, todo acabó. ¿Y por qué todo acabó? Porque Juan Luis anda de gira y en este año no le toca sacar discos… quizás el próximo tampoco.

Ésta es la razón  por la que nuestra música, en especial el merengue, ha quedado fuera de los Grammys Latinos. Con la bachata ha pasado lo mismo, aunque ésta todavía no había sido tomada en cuanta como género, sino que sus más fuertes representantes en el ámbito internacional sobresalieron en algunas categorías. Al mismo Juan Luis le escuché decir que el merengue está bien en el mundo, que este es un buen momento… bla, bla, bla. “No papito.

Con todo respeto te digo que difiero de ti. El que está bien eres tú, y de ti estoy orgulloso. Que bueno que estás al pié del cañón llevando nuestros ritmos por el mundo, con inmensa calidad y un alto grado de nuestra identidad”. Y no quiero que me juzguen de absolutista. Estoy consciente de que hay otros talentos, pero el mercado los tiene sentados en el banco y sin  la esperanza de darles un turno al bate. ¿Escribí mercado? Bueno, en el tema en cuestión se deben señalar dos mercados.

El mercado dominicano, el cual ha sido tomado por personas que no ven más allá de sus narices. Un mercado al que se le va la mano a la hora de imponer. El otro es el verdadero mercado, el del resto del mundo y que no entiende el manejo del primero. Es el que asimila a JLG y no más.