E l baño ha dejado de ser mi único escenario. Ahora también tengo las actividades de Karaokes, donde guardo los problemas y descargo, sin prejuicio, mis desafinadas notas. Un par de cerveza y algunos bocadillos calientes son la compañía. Como cada semana, la timidez invade el inicio. No obstante me a trevo a cantar, aunque se rían de mí.
Ahora que está de moda el término Chill out (Chercha para relajarse), me parece que cantar se ajusta a este modismo, y todo gracias al auge que los Karaokes han tenido en los bares de Santo Domingo y otras ciudades del país. Karaokes viene de dos vocablos japoneses, Kara que viene de Karapo y que significa vacío; y Oke, que significa Okesutura y que quiere decir orquesta. Es fácil imaginar que este significado guarda estrecha relación con la invención del sonido electrónico que emana del acompañamiento musical, y que se escucha como una orquesta vacía. Hay lugares de ocio que se dedican cien por ciento a los karaokes y otros a los que acudir una vez a la semana. Mi favorito.