Hoy 
A pesar de que ella ó él tienen almacenados centenares de temas en un disco duro. Aunque cuenten con el más rápido Internet y todos los mejores programas de descargas. No importa que ya tenga una copia, pues en esa no está quemada la emoción que sentirá al romper el plástico, al ir leyendo las canciones en el librito (si lo tiene) mientras escucha, o mira las fotos una y otra vez Aún Bill Gate y su Microsoft no han podido lograr que alcance el nivel de satisfacción que se siente cuando uno recibe un CD.
Y estoy hablando de un álbum de 10 ó 12 canciones de su artista favorito, con una portada a todo color y letras pequeñas que resaltan créditos por todos partes. A pesar de sus 120 gigas de música, ella o él lo quieren y lo valoran. Y es que regalar un disco, aunque es sencillo, es un fino detalle que todos apreciamos. No cuesta tanto, a pesar de la inflación, pero en sus manos se convertirá en un tesoro. Dale ese detalle en navidad, que tú también sentirás enorme satisfacción al verle la cara. Quizás juntos podrán escucharlo por primera vez. Y aunque ya conozcan el contenido, ese será un momento especial. Vívelo, como yo.
