La Comunidad del Caribe (Caricom) afirmó este miércoles que el referéndum propuesto por Venezuela en diciembre no tiene validez, ya que la disputa fronteriza con Guyana alcanzó un nuevo nivel esta semana.
Venezuela celebrará un referendo el próximo 3 de diciembre, en el que el país responderá, entre otras cuestiones, si aprueba o no anexionarse la Guayana Esequiba, un territorio de casi 160.000 kilómetros cuadrados en disputa con Guyana.
“Caricom toma nota de la decisión de la Asamblea Nacional de Venezuela de llevar a cabo un referéndum popular para defender la reclamación venezolana del Esequibo”, remarcó la agrupación regional de 15 miembros en un comunicado.
En este contexto, la comunidad recordó que “el derecho internacional prohíbe estrictamente que el gobierno de un Estado se apodere, anexione o incorpore unilateralmente el territorio de otro Estado«.
“Un voto afirmativo como el mencionado abre la puerta a la posible violación de este principio fundamental del derecho internacional”, añadió la comunidad.
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El referendo consistirá en cinco preguntas dicotómicas, con las que el chavismo busca que los venezolanos respondan afirmativamente, entre ellas a respaldar “la posición histórica (del Gobierno) de no reconocer la jurisdicción de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) para resolver la controversia territorial«.
La Guayana Esequiba, rica en recursos naturales y minerales, ha sido el centro de una pugna entre las partes y se encuentra en un nuevo episodio de tensión, luego de que la CIJ se declarara competente para decidir al respecto.
Guyana se basa en un laudo arbitral de 1899 que le adjudicó el territorio (entonces bajo el dominio del Reino Unido), una decisión contra la que Venezuela protestó de inmediato, un reclamo que, tras varias fases, se mantiene hasta la fecha.
Venezuela, por su parte, defiende que el Acuerdo de Ginebra, firmado en 1966, es el que rige esta controversia, pues -asegura- se trata del «único instrumento jurídico vigente” y depositado en la Organización de Naciones Unidas (ONU) para resolver con negociaciones la disputa.
El Acuerdo de Ginebra contempla que las partes deben resolver de forma satisfactoria, práctica y amistosa la controversia territorial.