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Cuando rememoramos el nombre de Cal Ripken Jr., cualquier aficionado del béisbol recordaría su hazaña de 2,632 partidos consecutivos.
Sin embargo, en esta ocasión resaltaremos que revolucionó la ofensiva para un torpedero. El campo corto se caracterizaba por jugadores que eran puramente defensivos y no por hombres habilidosos con el madero.
Calvin Edwin Ripken Jr. debutó en las mayores el 10 de agosto de 1981, luego de cuatro temporadas en los circuitos minoritarios de los Orioles de Baltimore.
Allí demostró un poder ocasional y un guante seguro, condiciones que perfeccionó en su trayecto de 21 campañas en las Grandes Ligas.
Al llegar a las mayores con apenas 20 años de edad, Ripken sólo agotó 40 apariciones al plato, ya que la temporada casi llegaba a su final.
En ese periodo, el cual se define como muy difícil para el infielder, conectó cinco indiscutibles, sin extrabases, y ocho ponches. Terminó con promedio de .128.
No obstante, la gerencia de los Orioles confió en el inicio de la campaña de 1982 en el entonces novato Ripken, para que se desempeñara tanto en el campo corto como en la tercera base.
El nativo de Maryland comenzó la estación como una tromba y se alzó con el premio de Novato del Año, pese a su bajo average de .264.
Ripken registró 28 cuadrangulares y 93 remolcadas, producto de 158 hits en 655 visitas al plato.
Desde ahí, el jugador de 6′ 4″ adquirió la confianza necesaria para brillar con luz propia.
En 1983, Ripken impresionó con el bateo y la defensa, al punto que el combinado de Baltimore le entregó el campo corto: jugó los 162 encuentros de la contienda en esa posición.
Además, ganó su primer premio de Jugador Más Valioso. Bateó .318, 27 jonrones, 102 impulsadas y 47 dobles, ganando el liderato de ese encasillado. Los Orioles lograron conquistar la Serie Mundial.
Fue la única temporada que Ripken sobrepasó los 200 inatrapables, amontonando un total de 211.
Conectó al menos 150 incogibles en 15 de sus 21 temporadas que permaneció en las mayores.
Muestra de su talento, popularidad y consistencia es que asistió al Juego de Estrellas en 19 ocasiones, ganando un premio de JMV también en ese clásico.
Su mejor campaña regular a nivel ofensiva ocurrió en 1991, donde obtuvo su segundo JMV. Tuvo average de .323, 34 bambinazos y 114 remolcadas. Además, agregó a su hoja de vida su primer Guante de Oro, logro que repitió al año siguiente.
Ripken Jr. hizo todo lo que una estrella podría soñar. Sin embargo, analistas lo considera como un jugador sobreestimado.
Las claves
1. Durabilidad
Cal Ripken Jr. finalizó su racha de 2,632 juegos seguidos el 20 de septiembre de 1998. Tendremos que esperar mucho tiempo para ver a otro Iron Man.
2. Revolución
Robin Yount y Ripken fueron quienes empezaron a aportarle ofensiva a la posición de campo coro. Antes de ellos, era pura defensa.
