Carlos Alcaraz gana la final del ATP 500 de Pekín a Jannik Sinner. El murciano ha elevado el nivel de su tenis para levantar un partido en el que Sinner se había colocado por delante ganando el primer set: 7-6, 4-6 y 6-7.
La final del torneo chino enfrentaba a los dos tenistas mejor clasificados del ránking ATP y eso quedó patente desde los primeros juegos. Tanto el número uno, Sinner, como el número dos, Alcaraz, desarrollaron un gran nivel tenístico en el primer set.
Sobre la cancha rápida pekinesa se vieron dos roturas de servicio, para el español en el cuarto juego (1-3) y para el italiano en el noveno (4-5), y un tie break.
Alcaraz perdió la oportunidad de asegurar la manga en el intercambio y en el desempate llegó a gozar de hasta tres bolas de set (3-6). Siempre a remolque, Sinner supo levantarse siempre y se acabaría llevando el set gracias al 8-6 final.
Alcaraz remonta tras perder el tie break.
En el segundo asalto jugó un papel determinante lo psicológico. A Alcaraz le costó despertar tras el desempate perdido y estuvo a punto de perder su servicio en el octavo juego. Ahí tuvo que sobreponerse a la presión de Sinner, todo un témpano de hielo en los momentos difíciles (4-4).
Ese juego trabajado y cargado de tensión le sirvió al español para liberar tensiones y así pudo romper el saque del italiano en la siguiente oportunidad (4-5) y cerrar el set con un juego en blanco maravilloso: 4-6. Partido igualado y la afición china enloquecida con la bendición de disfrutar de un tercer set.
En el set definitivo lo vivido se fue asemejando mucho al primer set. Alcaraz rompió el servicio de Sinner en el tercer juego (1-2) y el italiano le devolvió la rotura en el octavo: 4-4. Empezaba un nuevo duelo, físico, mental y tenístico.
Jugando su mejor tenis, ambos contendientes llegaron al 5-5 sin cometer errores propios de los nervios, algo que sí cometieron en las dos mangas anteriores. Sinner se colocó por delante, 6-5, tras un intenso duelo con opciones para los dos. Alcaraz respondió igualando: 6-6.
En el desenlace final Sinner volvió a arrancar de manera impecable, 3-0, pero Alcaraz abrió el tarro de las esencias para deleite de los aficionados: 3-5. Con sus dos servicios, el murciano cerraría el pulso 3-7 y se apuntó su primera final frente al que será su mayor rival en los próximos años.
Demostración de fuerza ese 0-7 en el desempate en un duelo que veremos muchas veces en el futuro. Era la segunda final que jugaban entre ambos y no será la última. Próximo destino para los dos, Shanghái.