Carlos Arroyo está desilusionado con Mundial

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SAN JUAN (AP).- El guard Carlos Arroyo afirmó el sábado que él es el primero en reconocer que el combinado de Puerto Rico tiene mucho trabajo por delante para seguirle el paso al desarrollo vertiginoso del baloncesto alrededor del planeta.

Arroyo admitió que le resultó “desilusionante que no pudimos cualificar (clasificar) para la segunda etapa” del Campeonato Mundial reciente, donde el equipo boricua salió de prisa en la primera ronda, tras llegar al certamen por medio de una plaza de selección especial otorgada por la FIBA pues no logró atrapar un espacio por mérito propio en el torneo eliminatorio.

“Es un equipo joven”, dijo el astro puertorriqueño. “Todavía estamos conociéndonos”.

Si bien el combinado boricua ha logrado permanecer en la batalla ante los mejores equipos del mundo durante las pasadas décadas, la salida de los veteranos como José ‘Piculín’ Ortiz, la integración de una novel cosecha de jugadores y el fenómeno de globalización en el basquetbol parecen presentar retos de mayor envergadura en estos días.

“Cada vez que salimos (de Puerto Rico) hay que entender que no somos el mejor equipo, como siempre lo dije antes del torneo. Se está jugando mucho más baloncesto en Europa, internacionalmente, los equipos están bien avanzados”, agregó.

El también armador del Orlando Magic señaló que extrañará al piloto puertorriqueño Julio Toro, quien marcó su retiro del timón de la selección nacional al finalizar el mundial en Japón.

“Yo respeto mucho a Julio. No estuve de acuerdo con su decisión. Nunca se lo dije porque entiendo que no es mi lugar yo decirle lo que él tiene que hacer. Pero me dolió mucho verlo ir porque yo lo respeto mucho a él desde niño”, indicó.

Arroyo arremetió contra la sugerencia vertida por algunos boricuas en el sentido de importar técnicos y pilotos extranjeros para mejorar la calidad del baloncesto local.

“Siempre lo he criticado y yo entiendo que el que sugirió la idea tiene que pensarlo dos veces antes de mencionar ese tipo de comentario, porque nosotros tenemos que estar orgullosos de ser puertorriqueños y que sea un ‘coach’ puertorriqueño el que esté a cargo del equipo”, sentenció.

El sábado Arroyo culminó su cargada agenda de trabajo del verano, que incluyó el Mundial, los Juegos Centroamericanos y del Caribe, el campamento de la NBA Basquetbol Sin Fronteras, la adquisición de su propia línea de calzado y la colocación de su retrato en una caja de cereales.

Ahora le tocará regresar a la plantilla del Orlando Magic, un equipo en el que aún no está clara la misión que debe cumplir, incluyendo cuántos minutos estará en cancha para distribuir el balón y retar al contrincante con su juego rápido.

“Yo me quejo cuando juego cinco o nueve minutos. Yo sé que puedo dar más y puedo producir más si me dan la oportunidad”, apuntó.

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