Carlos Cruz-Díez será el invitado internacional homenajeado en la Segunda Feria Internacional del Arte. Dentro de la muy esperada celebración, la presencia de este artista famoso, muy especial para República Dominicana significa un acontecimiento.
Estrechamente ligado a nuestro país por sus orígenes familiares sobrino-biznieto de Juan Pablo Duarte, en el 1994 el maestro presentó en el Museo de Arte Moderno su extraordinario Laberinto sensorial, realizó talleres sobre su obras con jóvenes artistas dominicanos y, sobre todo, inauguró sus Cilindros cromointerferentes a orillas del río Ozama. Fue un mural gigantesco, desplegado en 28 silos y 11,000 metros cuadrados, una fiesta de geometría, ritmo y color, que Carlos Cruz-Díez concibió, estudió, construyó personalmente en maqueta, donando el proyecto al pueblo dominicano.
La realización incumbió a la Corporación Dominicana de Empresas Estatales (Corde), entonces propietaria de Molinos Dominicanos, y el increíble resultado pictórico causó sensación. Durante años, la obra deleitó a millones de espectadores, hasta que desapareció, causando asombro; el edificio industrial ya no era propiedad estatal, y se repintó encima, borrando así una obra maestra en vez de mantenerla. Más sorprendente aun fue que todos lo lamentaron, pero hicieron falta protestas institucionales.
Ha sido un episodio único en la historia del arte dominicano, que amerita el testimonio. Agradecemos a Carlos Acero sus impresionantes fotografías de los silos, y nos complace reproducir parte de los comentarios que escribimos entonces e informaciones muy valiosas de José Ignacio Jiménez acerca de la filiación materna dominicana de Carlos Cruz-Díez.
Los Cilindros cromointerferentes en 1994. Carlos CruzDíez quiere a República Dominicana y se siente entrañablemente vinculado al país., teniendo el privilegio de ser el sobrino biznieto de Juan Pablo Duarte. Un viaje a Santo Domingo reforzó ese sentimiento, y el maestro concibió el deseo de ofrecer una parcela de su creación, la mejor de las pruebas de afecto al pueblo dominicana.
Muy naturalmente, él penso en una integración de su obra a la arquitectura, un campo creativo que no ha dejado de elaborar e investigar durante decenas de años en varios continentes. Después de contemplar las posibilidades y lugares más adecuados, se decidió por realizar gigantescos murales, en los silos de los Molinos Dominicanos. Existía un precedente: los silos de La Guaira, en Venezuela. Pero, por la enorme superficie y la cantidad de torres de almacenaje, la obra dominicana era un verdadero reto. Quienes han seguido el proceso, desde la propuesta inicial, los bellísimos diseños y maquetas, las primeras rayas apasteladas hasta los toques finales y los maravillosos efectos de cromointerferencias con sus mágicos movimientos y geometrismos de colores, casi no lo pueden creer. ¡Eso se hizo con un método, una organización, una programación impecable! Carlos Cruz-Díez, gracias a su larga y diversificada experiencia, a sus conocimientos teóricos, a un estudio previo minucioso, y evidentemente a su inagotable inventiva, ha llevado sus composiciones geométricas y ritmos multicolores a una integración magnífica: grandes torres cromáticamente muertas vueltas los soportes ideales de dinámicas y deleitables armonías prismáticas. Los Cilindros cromointerferentes de Carlos Cruz-Díez fueron una innovación en nuestra ciudad y la gran obra de arte moderno del sector del río Ozama. (M. de T.)
La estirpe dominicana. Carlos Cruz Díez es sobrino-biznieto de Juan Pablo Duarte Díez por vía materna. La madre de Carlos, Mariana Díez-Feo, fallecida en Caracas en 1990, a los 92 años, era hija de Mariano Díez Jiménez, nacido en 1840 y sobrina-nieta del prócer. El abuelo del maestro venezolano fue uno de los hijos del general Mariano Díez, hermano de la madre del libertador. Carlos Larrazábal Blanco nos habla de la estirpe de los Díez-Jiménez y sitúa su primera cepa en El Seibo, a finales del siglo XVIII. Tanto la madre de Juan Pablo Duarte como su hermano Mariano, bisabuelo de Carlos Cruz-Díez, emigraron a Caracas durante la ocupación haitiana.
Joaquín Balaguer nos habla, en su biografía de Duarte, de las clases de esgrima que Juan Pablo recibió de su tío durante su estancia en Caracas y de las primeras juntas patrióticas que los dominicanos celebraron en el hogar de José Prudencio Díez, hermano de Manuela y de Mariano. En su Diccionario Biográfico-Histórico, Rufino Martínez nos informa que Mariano Díez se mostró inconforme con la presencia haitiana desde el principio y que emigró a Caracas antes de que lo hiciera su sobrino Juan Pablo. Desde allí aparece enviando ayuda financiera para la lucha emancipadora, como también lo confirma Emilio Rodríguez Demorizi. Durante la Primera República vuelve a residir en Santo Domingo, manteniéndose alejado de la política, pero siempre atento a la causa nacional, como tuvo nuevamente la oportunidad de demostrar cuando se exilia durante la anexión en 1863. Desde Caracas vuelve con Juan Pablo Duarte en 1864 y toma parte activa en la lucha de la restauración como general, y al comenzar el régimen de los seis años, en 1868, se retira a Caracas donde muere en 1873.
Un tío abuelo de Carlos Cruz Díez, hijo del general Mariano y primo de Juan Pablo Duarte, también desempeñó un destacado papel en la historia de Venezuela. Manuel Antonio Díez Umeres fue presidente provisional de la patria de Bolívar en 1886, pasando diez años más tarde a encargarse del Ministerio de Fomento.
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Carlos Cruz-Díez
Es un maestro muy activo
Exposiciones recientes y futuras: Fundación Juan March, Palma de Mallorca, 25 de febrero 2009. París, Galería Lavignes-Bastille, 2009/ 2010; Caracas, 2009/ 2010. Homenaje en Londres: Primera Feria de Arte Latinoamericano, 3 de junio 2010. Santo Domingo, Bellas Artes, Fiart, Homenaje, 1 de septiembre 2010. Retrospectiva en el Museo de Houston, 2011.