Estamos a solo días de julio 2, fecha en que los jugadores de 16 años por primera vez podrán ser elegible para firmar con cualquier organización del béisbol organizado de los Estados Unidos.

Razón por la cual las instituciones encargadas de habilitar prospectos desde ya comienzan a exhibir lo mejor de su finca, con la intención de que los buscatalentos puedan apreciar el talento nato de sus peloteros con la finalidad de que le den buenos bonos.

Ese es el caso de la prestigiosa Academia Franklin Ferreras, la cual cuenta en su fila con el talentoso jardinero de 16 años de edad, Carlos Cuevas, el cual comienza a dar dotes de sus condiciones como pelotero con futuro promisorio para el béisbol organizado.

“Este muchacho lo puede hacer todo en el terreno de juego”, dijo Franklin Ferreras, presidente de la institución.

Explicó que a pesar de su tierna edad puede batear con poder, promedio, correr, fildear y poseer un portento brazo capaz de sacar de outs al corredor más veloz.

Señaló que Cuevas en un jardinero de 6¨3 con cuerpo atlético, lo cual le ayuda a unir las herramientas que exhibe en el terreno de juego.

“A veces en difícil creer el instinto que tiene para hacer las cosas este prospecto, el cual lo convierte desde ya en uno de los jugadores a mirar este julio 2”, afirmó.

Agregando:”Tiene una proyección muy parecida a la de Manuel Margot, también procedente de esta academia, el cual ha llenado todas las expectativas en cuanto a su talento”.

Habla Cuevas. De su lado, el joven jardinero Carlos Cuevas, nativo de Pantoja, provincia Santo Domingo, dijo estar consciente del reto que tiene por delante.

“Como todo jugador joven tengo mucho que aprender, por eso me esfuerzo cada día más en superar mis errores”, dijo.

Indicó que para tales fines entrena sin descanso con la finalidad de ver cumplido su anehelado sueño; ser firmado por una organización del béisbol organizado de los Estados Unidos”.

“Espero con Dios delante ver hecho realisdad mi sueño, ya que así podré ayudar a mi familia a comprar una casa y darle con el tiempo una mejor posición de vida”, exclamó con júbilo de alegría en su rostro Cuevas.