Carlos de la Mota triunfa en el cine, el teatro y la televisión mexicana

Carlos de la Mota triunfa en el cine, el teatro y la televisión mexicana

POR JOSELIN RODRÍGUEZ
Antes de radicarse en México, el dominicano Carlos de la Mota ya era reconocido como una joven promesa de la actuación. Pero es su inquietud, el deseo de sobresalir y hacer un nombre fuera de su patria lo que lo lleva a emigrar.

Poco después de instalarse, lo primero que notó fue que el país azteca era un tanto reservado, que no tenía esa cualidad alegre del dominicano. En el 2001 Carlos fue a estudiar a los estudios de Televisa y cinco años después puede considerarse como uno de los actores más solicitados para la televisión, el teatro e incluso el cine, gracias a su dedicación y trabajo tesonero.

“Actuar en México significa un sueño para ser más internacional e impulsar mi carrera. Aquí no me estaba yendo mal, había participado en algunas obras, pero yo quería más para mí como profesional y ser humano. Como no soy conformista, deseaba ser mejor profesional, reconocido dentro y fuera del país. La persona que allá logra destacarse es conocida en Latinoamérica, pues las telenovelas las exportan a 140 países”.

Reconoce que al principio no fue fácil ingresar a la televisión. Su primer trabajo fue como conductor, pero luego los ejecutivos de Televisa lo motivaron a que se dedicara a la actuación. A los ocho meses de graduarse obtuvo su primer papel en la telenovela “Las vías del amor”, de la que debió salir poco después por presupuesto. El rubio de ojos azules definió ese hecho como el primer escollo que debió sobrellevar para no desanimarse y tirarlo todo por la borda.

“Creo que la paciencia, el trabajo y el no desesperarse, me ayudaron a pensar con tranquilidad. El tesón y luchar por lo que se quiere son cualidades que mantienen a uno en cualquier puesto. Hay muchas personas que quieren lograr lo mismo que tú, pero a veces estar en el lugar y la hora correcta, pero sobre todo prepararse, te brindan la oportunidad”.

Fruto de su entrega y dedicación, a Carlos le fueron lloviendo los papeles para actuar en las telenovelas “Clase 406”, “Mariana de la noche”, “Amar otra vez”, “Piel de otoño”, “La madrastra”, “Corazón partido”, “Decisiones”, “La fea más bella” y Decisiones- Una apuesta especial”. También ha tenido apariciones especiales en “Mujer, casos de la vida real”, que conduce y produce Silvia Espinal.

Otro de su grandes logros es ser el actor principal del musical “Cabaret”, al que llegó hace dos años y se ha presentado 547 veces. Por ese trabajo debió rechazar papeles protagónicos en dos telenovelas de Colombia y Perú.

“Cuando entré a la obra, cuyo papel obtuve en un casting, sé que el director vio algo en mí, a pesar de ser un desconocido. Él confió en mí, sé que recibió muchas presiones de otras personas, ya que ese papel era muy deseado. Pero él aguantó para que yo no saliera de la obra. Yo era el punto más débil de la soga, por eso sentía que había mucha gente deseosa de que me sacarán. Para mi suerte, el trabajo habló por mí. Me mantuvo ahí. Hoy día soy una persona muy querida y apreciada”.    

Considera que siempre es difícil cuando no se es de equis país obtener buenos contratos, pues no se tienen las relaciones y no se conoce a la gente de esa región. Entiende que en esas situaciones el actor debe tratar de hacer una carrera, hacer un nombre, darse a conocer, aunque sea difícil.

Es por esa razón que Carlos desea que lo reconozcan más por su trabajo, no porque se vea bien, o por su estatura. Su anhelo es que su cara y su nombre sean asociadas como un buen actor, no “como un galán, pues nunca me he procurado eso. Quiero que me conozcan por mi profesionalidad”. 

Además de la televisión y el teatro, Carlos había actuado en los largometrajes “Dreaming of Julia” y “Sala de crisis”. Ahora le llegó su oportunidad de hacer cine en México con la película  “Cansada de besar sapos”, que será exhibida a finales de año, en donde representa a uno de los anfibios.

FILMARÍA PELÍCULA DOMINICANA

Carlos no duda en actuar en una película criolla. “Todavía nadie se me ha acercado con una propuesta, pero yo soy un dominicano que se siente muy orgulloso de lo que es, de donde es. Me encantaría participar en una producción dominicana siempre y cuando haya una buena historia y buenos personajes. Creo en la calidad. No porque seamos un país que no cuenta con una industria tan desarrollada, no quiere decir que no podemos hacer excelentes filmes. Eso es lo único que yo pediría, un proyecto con un guión interesante”.

Indica que no tiene que ser necesariamente un protagónico, porque se considera un actor que cree en un compromiso con el personaje.

SU CORAZÓN TIENE DUEÑO

De manera un tanto jocosa, dice que su corazón siempre ha estado lleno de mucho amor, que se define como una persona enamorada de la vida y de su familia.

“Mi corazón nunca ha estado solo. Tengo una pareja, Elizabeth Álvarez. Yo la puedo identificar a ella. He sido muy cuidadoso con esto, porque es una figura pública también. Es una actriz famosa en México, pero he querido separar mi parte sentimental y mi relación, de mi profesión, porque de repente los medios se tornan muy amarillistas  y quieren resaltar esa parte”.

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