Quiero agradecer y destacar la presencia de las distinguidas magistradas de la Junta Central Electoral, y destacar la presencia del talento humano dominicano y ecuatoriano.
Con estas palabras a las doctoras Aura Celeste Fernández y Ada E. Barriola, dio la bienvenida Carlos López Damm, embajador de Ecuador, a los invitados a la recepción en honor a la delegación ecuatoriana observadora del proceso electoral dominicano y en homenaje a la Escuela de Formación Electoral y del Estado Civil de República Dominicana.
También agasajó a los participantes del Ecuador en el Taller plan nacional de reducción del riesgo sísmico: lineamientos para la recuperación.
El décimo cuarto piso del hotel V Centenario fue el lugar donde se realizó la actividad, y donde los asistentes disfrutaron el hermoso paisaje del mar Caribe y el malecón con amplia vista desde allí.
Carlos López Damm mencionó que su país vino como observador en las elecciones recién pasadas y resaltó que Ecuador tiene que aprender de este encuentro entre las funciones electorales de los países.
El diplomático aprovechó el agasajo para destacar la trascendencia que tiene el mes de mayo en el calendario internacional, cuando se celebra el Día de las Madres, el de la Virgen María Auxiliadora, y -en el caso de Ecuador- la celebración, el día 24, de la Batalla del Pichincha, que selló la Independencia ecuatoriana.
Obsequios
Como una forma de agradecimiento, Carlos López Damm entregó a Aura Celeste Fernández, juez de la Junta Central Electoral, una imagen de la patrona de Ecuador, Nuestra Señora del Quinche, lo cual es de gran significado para ellos.
Sorprendida y emocionada al momento de recibir la virgen, Aura Celeste Fernández, al expresar su agradecimiento manifestó que Nuestra Señora del Quinche protegerá a su familia.
Odalys Otero Núñez, directora de la Escuela de Formación de la JCE, recibió como presente un joyero elaborado en madera.
Patrona de Ecuador
La imagen de Nuestra Señora del Quinche es una hermosa escultura en madera, tallada en el siglo XVI por Diego de Robles, artista al que se deben otras imágenes de esa Virgen. Según la tradición, los caciques quedaron admirados cuando vieron llegar a Diego Robles con la imagen de la Virgen y reconocieron en ella los mismos rasgos de la Señora que se les había aparecido y les había hablado en la cueva. Allá dicen que la Virgen quiso visitar primero a sus hijos más pobres.