Es posible que ningún otro integrante de los Cardenales haya tenido una primavera más extraña que el dominicano Carlos Martínez, cuya búsqueda de la consistencia lo llevó a su hogar y de vuelta al terreno, pero rara vez al montículo del estadio principal. Sin embargo, Martínez afirma que está listo. Listo para hacer su segunda apertura consecutiva en el Día Inaugural, listo para ascender hasta las alturas que el club siempre ha creído puede conquistar con su talento.
«Para mí, es una bendición. Es una gran, gran oportunidad. Yo representó a los Cardenales. Soy el as. Voy a estar fuerte toda la temporada», dijo Martínez. «Voy a demostrarle a la gente que estoy trabajando y que soy mejor lanzador que el año pasado, ¿sabes?»
De apenas 26 años, Martínez empezará su cuarta temporada como abridor a tiempo completo. Dos fueron especiales. La del año pasado fue muy buena, cuando Martínez implantó una marca personal de innings, pero vio empeorar su efectividad. No obstante, los Cardenales siempre han creído que Martínez tiene más que ofrecer.
«Con el arsenal que tiene, si no está en conversación como candidato al Cy Young, entonces algo salió mal. Le guste o no eso, pues es la verdad», dijo el manager de los Cardenales, Mike Matheny. «Quiero seguir ayudando a que estos muchachos usen el talento que Dios les dio, y maximizarlo. Carlos no es distinto al resto, salvo que se le ha dado mucho de ese talento».
De cierta manera, esta primavera podría ser el momento perfecto para sembrar las raíces de esa transición. El club espera que la influencia del nuevo coach de pitcheo, Mike Maddux–a quien Martínez describe como «divertido»–lo ayude a colocarse entre la élite de los abridores. Martínez también aprendió la recta cortada de su compañero Adam Wainwright, un quinto lanzamiento para sumar a lo que ya es un electrizando y variado arsenal.
«Mis mejores pitcheos son mi recta de dos costuras y mi cambio. Para los ponches es mi slider», dijo Martínez. «Pero quiero demostrarle a los demás equipos que tengo otro lanzamiento. Es algo bueno».
Sin embargo, Martínez tuvo que luchar para encontrar la consistencia que el equipo considera tan importante para su desarrollo, un proceso que sigue en camino. Encontró problemas con su mecánica al principio de esta pretemporada, y luego perdió otra apertura debido a una situación personal que lo obligó a dejar el campamento. Hizo sólo tres salidas en la Liga de la Toronja. Y dos de ellas fueron contra unos Marlins llenos de jugadores de ligas menores, sin que los resultados fueran muy buenos. El resto de su preparación vino en los campos aledaños ante bateadores de las fincas de San Luis.