Carlos Morales: el político

Carlos Morales: el político

El ingeniero Carlos Morales Troncoso es sin duda alguna la figura más importante y destacada  proveniente de las huestes balagueristas. Vicepresidente en los gobiernos del caudillo reformistas durante los años 1986-94, canciller por primera vez en el 1994, embajador en Washington, director del Consejo Estatal del Azúcar y pre-candidato presidencial en las primarias reformistas del 1996.  Morales Troncoso ha tenido una prestigiosa carrera política reconocida aun por sus mayores detractores.  

Siendo Morales Troncoso la figura cimera del balaguerismo, es natural que su nombre se mencione en todos los movimientos tendentes a unificar los grupos dispersos que forman la corriente política heredada del líder reformista.  Carlos, sin buscarlo ni necesariamente proponérselo, es visto como el núcleo aglutinador principal de una anhelada unificación del partido Reformista  que no acaba de cuajar.  El reformismo desarticulado luego de consecutivos fracasos electorales que  incluyen fórmulas inicuas y desfasadas como lo fuera la siempre mal recordada “alianza rosada”.

No ha podido lograr la compactación de los grupos desprendidos, pese a sinceros esfuerzos y empeños de muchos de sus principales dirigentes. Está llegando el momento que pocos creen en que el partido fundado por Balaguer pueda recomponerse y ser en un futuro mediato una  opción electoral. Las fórmulas planteadas hasta ahora, en busca de esa recomposición, no han logrado prender en la mayoría de los actores comprometidos en esa tragicomedia que no logra tener un final exitoso. 

Algunos dirigentes reformistas se oponen radicalmente al reingreso de  aquellos que por diversas vías se han separado de sus filas;  éstos temen  ser desplazados de los espacios  que llenaron de forma obligada y que ocupaban los que se fueron. Otros prefieren seguir practicando la fábula de la “Gatica de María Ramos”, ya que este modo de proceder le sigue brindando las satisfacciones morbosas propias de su estilo.

Si se continúa por ese camino de incertidumbres, es poco lo que hay que hacer para tratar de salvar el Partido Reformista.   En los últimos días se aprecia un nuevo intento de llegar a algún entendido en pos de la unificación.

Creo sinceramente que de ser así, será el último intento serio en lograr una apertura sincera.  Carlos Morales Troncoso vuelve a aparecer  como ente aglutinador. ¡Bien! creemos que en realidad lo es. Pero convencido como estamos que de que esa figura debe preservarse, pensamos que los intereses encontrados dentro del esquema de la reconciliación reformista  deben pactar como condición previa a la inclusión de Morales Troncoso en el debate.

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