Carlos Sánchez
No censura lo vulgar en chistes

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POR JOSELIN RODRÍGUEZ
El comediante Carlos Sánchez dijo que no está en contra del uso de la vulgaridad en los chistes, siempre y cuando éste no sea el elemento primordial para lograr la carcajada de la audiencia.

  Aunque aclaró que no utiliza lo vulgar en sus presentaciones, Carlos entiende que este recurso no debe emplearse para obtener lo que se denomina una risa barata.

 “No estoy en contra de que la vulgaridad se utilice, lo elemental es que los chistes sean buenos. El problema está en emplearla sólo porque motiva la risa”.

    El uso de la vulgaridad en los chistes fue utilizado por el comediante estadounidense Richard Pryor en  la década de los 70, cuando incluyó todo tipo de malas palabras en sus ocurrencias, recordó Carlos.

“Después  hubo una serie de comediantes que lo quisieron imitar. A partir de eso vino el problema, porque muchos pensaron que con sólo decir palabras subidas de tono iban a lograr la risa y  lo que obtuvieron fueron risas baratas”.

 Carlos dijo que una situación muy parecida está ocurriendo en el país, debido a que ha visto comediantes que quieren hacer reír hablando de cosas  vulgares, “pero en el fondo les falta algo, y de lo que carece es precisamente de un buen chiste.  

Las comedias

Menos improvisaciones y escribir mejores libretos son, a juicio del humorista,  los ingredientes  que deben mejorarse en la comedia dominicana.

Consideró que los libretos se escriben en media hora   y que esto da el mensaje de ser gracioso y  despreocuparse del resto.

“Uno de los grandes improvisadores es Cuquín Victoria. No todos los comediantes tienen esa capacidad. Cuando no tienes ese talento, dependes de un guión que sea bueno”.

Cree que  hay comedias criollas muy buenas, por lo que exhortó a sus exponentes a trabajar con menos improvisación.

El comienzo

Cuando Carlos notó que la comedia de pie no era muy explotada en el país, decidió especializarse en el género. Fiel seguidor de este estilo en la televisión por cable, empezó a estudiar el tema. Lo primero que hizo fue comprar los libros “The Comedy Bible” y “Step by Step to Stand-Up Comedy” para nutrirse. Esto ocurrió en el 2002. Un año después estaba listo para las presentaciones.

El bar “Falafel”, en la Zona Colonial, fue el primer escenario en el que mostró sus habilidades, heredadas de su padre Joaquín Sánchez y de otros familiares. De allí pasó a Casa de Teatro.

Abogado de profesión, Carlos se decidió a dejar los estrados por algo que verdaderamente le apasiona.

“En el país abunda mucho el chiste en tercera persona, pero en la comedia de pie se habla siempre en primera persona, de ti, de lo que encuentras interesante”.

Para complementar la carrera, estudió teatro, pantomima, “clown” (payaso) y música. Por varios meses se trasladó a Los Ángeles para tomar clases de “stand up comedy” e improvisación. Como parte importante del curso,  le correspondió presentarse en algunos clubes de la ciudad.

Dice que su fuente de inspiración son Bill Cosby y Eddie Izzard. 

Su madre, su novia, su padre y su familia en general, cosas curiosas que ve en las calles, las farmacias, anuncios de televisión, la historia, películas, muñequitos, entre otros, son los temas de sus chistes. 

“Nos pasa a todos”

Así se denomina el show que  presentará a partir de hoy en la sala 5 de Malecón Center Cinemas. Allí estará todos los viernes de noviembre, a las 10:00 de la noche.

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