GOODYEAR, Arizona.- A lo largo de los últimos tres años, el manager de los Indios Terry Francona ha observado al dominicano Carlos Santana convertirse en un sólido primera base.

Mientras que el ex receptor todavía tiene espacio para crecer defensivamente, ha demostrado bastante capacidad para dominar esta posición.

«Siendo justo con él», dijo Francona, «cuando jugaba en la inicial en el pasado, era como darle un día de descanso a sus piernas.

Entonces, el muchacho estaba cansado y no tenía la oportunidad de atrapar roletazos. Pero era lo suficientemente atlético para ser capaz de hacerlo.

«Ahora, básicamente es todo lo que está haciendo, creo que hemos comenzado a verlo más cómodo y poco a poco hemos comenzado a ver más de su agilidad en la inicial».

Francona dijo que tendrá que equilibrar un poco al colocar a Santana como bateador designado en ocasiones.

«El muchacho preferiría jugar una posición defensiva y así evitar perder la cordura», manifestó Francona. «Entonces, estás sentado y comienzas a pensar, ‘OK, queremos a nuestro mejor lineup y queremos a nuestros mejores defensores en el terreno, si es posible, y queremos ayudar a nuestros muchachos a sentirse lo más cómodos posibles’. Tratas de lograr todas esas cosas juntas y ver en qué termina».

Para Santana, el 2014 no empezó nada bien. Un intento fallido de convertirse en tercera base de los Indios, acompañado de un pésimo inicio con el madero, le puso un tono negativo al comienzo de su temporada.

Sin embargo, el dominicano se repuso en la segunda parte de la campaña, tanto con el madero como el guante como inicialista de la Tribu.

Después de abandonar tanto la antesala como la receptoría para finales de mayo, Santana respondió con el bate. Como inicialista bateó .274 y conectó 20 de sus 27 cuadrangulares. Y después de registrar promedio de .207 en la primera mitad, el quisqueyano tuvo .260 luego del Juego de Estrellas, con 48 empujadas.