Carmen Altagracia Lizardo Marte
Su valentía convirtió sus sueños en realidad

Carmen Altagracia Lizardo Marte<BR>Su valentía convirtió sus sueños en realidad

Trabajar en una fábrica de block la llevó a ser propietaria de una ferretería, cuyos éxitos la hicieron merecedora de ganar el premio Botón de Oro al Ferretero del Año

POR CAROLIN GUZMÁN
En estos tiempos donde la gente vive de lo que aparenta, sorprende, que alguien encontrándose en una buena posición económica, espontáneamente hable de las carencias de su pasado, demostrando su humildad y sencillez.

Siendo muy joven, más por necesidad que por vocación, a Carmen  Altagracia Lizardo Marte le tocó emprender un reto con el que nunca soñó que realizaría, sin embargo  su valentía, entrega y dedicación le abrieron el camino para ser lo que es hoy en día, una mujer de éxito en el sector ferretero.

Su niñez la vivió muy diferente a otros niños, al criarse en el paraje El coco, de Villa Tapia, con la pareja de esposos Isabel Ramos y Félix Toribio, a quienes le fue regalada por sus padres Miguel Lizardo y Altagracia Marte.

Carmen recuerda que sus padres adoptivos vivían en condiciones muy precarias, nunca tuvo un juguete, ni un amiguito con quien jugar y compartir, ni mucho menos conserva fotos de pequeña porque nunca le tomaron, pero a pesar de esa pobreza les  brindaban mucho amor y cariño.

Sin embargo, en la actualidad está agradecida de esa pareja a la que considera sus verdaderos padres, por amarla, protegerla, quererla e infundirle el valor que tiene cada persona por más pobre que sea.

Pero Carmen Altagracia Lizardo Marte, que nació el 25 de diciembre de 1958 en la ciudad de Santiago, a pesar de no criarse con hermanos, sus padres genéticos les dieron 22 hermanos, 18 de padres y 4 de madre, a quienes conoció siendo adulta.

A los 19 años, Carmen Altagracia Lizardo Marte ya estaba casada con  Simón Vargas (Chapman) con quien  procreó a Franklin, Ramona María, Francisco Javier y Kendy, ésta última fallecida muy pequeña.

Firme ante las adversidades de la vida y la carencia de recursos, Carmen emigra en 1978 con su familia de un campo de Salcedo, al sector de Los Mina, en la ciudad de Santo Domingo,  donde sus labores para ganarse el sustento de la familia y vivir en mejores condiciones fue trabajar en un ventorrillo y su esposo en un colmado.

De esos años recuerda muchos momentos y anécdotas, entre ellas el disfrute de los paseos que le daba su esposo Chapman, a ella y a los niños en un triciclo por la barriada de Los Mina. “Ese era el goce más grande para nosotros, los cuatro en un triciclo, felices”.

Cuenta que esa parte de su vida cambió con la llegada de un señor al ventorrillo, quien luego de tres días seguidos de visita le propuso trabajar en su fábrica de block, propuesta que sin pensarlo dos veces acepto gustosamente.

Explicó  que a los cinco años de trabajar en la fábrica de block,  ya conocía todo el negocio, tanto así, que con mucha esperanza y con el deseo de progresar, decidió emprender por si sola el mismo negocio, con la particularidad de que ella sería la propietaria.

Gracias a la ayuda de su empleador, Carmen Altagracia Lizardo Marte, obtiene todas las herramientas para instalar su  negocio en un pequeño local alquilado en la Carretera de Mendoza No. 171, dando el nombre de Fábrica de Block Chapman.

Con ese primer paso en 1984, ya para el año 2000  esta emprendedora mujer,  se expandía con una ferretería y compraba un solar en la avenida Charles De Gaulle.

Así surgió lo que es hoy en día el Centro Ferretero Chapman; expansión que para alcanzarla tuvo que enfrentar y superar duros retos como mujer ferretera.  “Iniciarse en el mundo de los negocios y tener que competir con hombres ingenieros, conocedores de números; mientras yo una joven que en ese tiempo no había terminado ni la primaria tuvo que ingeniárselas para que no la engañaran”.

“Yo digo que todo es esforzarse y dedicarse. Mis hijos me ayudaron mucho y como mi familia fue creciendo, de igual crecía  mi negocio. Yo los vi crecer a los dos juntos, por eso es que yo digo que mi negocio es también mi niña, porque cuando usted sube desde abajo viendo pedacito por pedacito, cada vez que tu subes un escaloncito, no es nada fácil, hay que estar bien fortalecido”.

Con una explendida sonrisa, Carmen Altagracia Lizardo Marte, asegura que la base de su éxito ha sido ser responsable, “hay que aprender hacer responsable y yo creo que es lo que más nos ha ayudado a seguir hacia delante, luchar y llegar hacia donde estamos hoy”.

En lo espiritual este tipo de trabajo que realiza y el compartir con sus empleados, a quienes trata con mucho estima y el cariño que se merecen, le reporta mucha tranquilidad y  le llena de mucha satisfacción, entiende que “sin ellos yo no soy la que soy, ellos son mi familia, son como mis hijos y los hijos de ellos son como si fueran mis hijos también”.

La ferretera Botón de oro

Con aproximadamente 12 años siendo miembro de la Asociación de Ferreteros (Asodofe), Carmen Altagracia Lizardo Marte afirma que ingresar a la institución la ha llevado a tener gran agilidad, pero sobre todo mucho conocimiento.

Su dedicación, entrega y apoyo en todas las actividades que realiza el Consejo Directivo de Asodefe, la han hecho meritoria de muchos reconocimientos. En el año 2002 fue electa presidenta de la Rama Femenina  y el pasado mes de  febrero fue galardonada con el “Botón de Oro al Ferretero del Año”, un premio que se otorga al mérito  de los hombres y mujeres miembros de la entidad, que con  su ejemplo y sus dotes de personas de trabajo, demuestran su valía a la sociedad.

“Con el premio Botón de Oro me sentí halagada, porque solamente con el estar nominada, ya soy una ganadora. Yo dije si no gano, ya yo gané”.

Dice que su mayor logro ha sido el Centro Ferretero Chapman.  “Yo ni soñaba que podía tener esta ferretería, yo la miro y la gente me dice -doña es que usted cree que es chiquita, como cuando estaba en Villa Faro usted es una empresa, no la vea así, véase grande- pero yo no me veo así, yo me veo pequeña”.

Como mensaje a la mujer para que siempre luche y trabaje por sus sueños aconseja que, “debemos estar preparadas y ser valiente, porque si tu tienes valentía, coraje y confianza en ti misma, logras las metas que te propones, no se debe tener temor ni miedo, siempre estar dispuesta a decir yo puedo, aunque sienta que te estas cayendo, y si tienes que repetirlo diez veces, sí yo puedo y a las once tu vas a decir si es verdad yo puedo, siempre se tiene que confiar”.

A corazon Abierto

Comida: Berenjena

Música: Mexicana

Un artista: Ana Gabriel

Una fruta: Manzana

Una película: Titanic

Una actriz: Lupita Ferrer

Un escritor: Gabriel García Márquez

Un libro: La Biblia

Un deporte: Caminar y hacer ejercicios

Un país: México

Un día de la semana: Domingo

Una hora: 3:00 de la tarde

Una canción: “Quiero”, de Charles Aznavour

Una Frase: “Yo soy la Reina, la hija del Rey”

Admira: Rocío Durcal

Se define: Alegre

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