La periodista Carmenchu Brusíloff conoció muy de cerca a Oscar, quien le habría las puertas de su casa en Casa de Campo cada vez que tenía a una personalidad invitada para que ella la entrevistara.

“Era una persona con mucho carisma, en su trato era muy personal, cercano, un poco sensual, galante. Sin embargo, se atrevía a criticar incluso a sus cercanos, sin decir sus nombres”.

Recordó una vez, 1984, que dijo que si hubieran 20 Xiomara, refieriéndose a Xiomara Menéndez, presidenta de la Casa del Niño de La Romana, la sociedad dominicana sería distinta.

“Hay muchas señoras que tienen la voluntad de querer hacer, de ayudar. Pero del dicho al hecho hay mucho trecho. Es extraordinaria la determinación que Xiomara tiene. Es más que una labor puramente social. Ella se envuelve de verdad”, dijo a Brusíloff en referencia al trabajo tesonero que la señora Menéndez desarrolla en este orfanato de La Romana, donde Oscar se involucró en cuerpo y alma, y con cuyo respaldo adoptó a su hijo Moisés.

En este aspecto de la adopción Carmenchu expresó que una vez le comentó en una entrevista que le realizara en 1988: “Dicen que se quieren más los hijos adoptados, es una decisión que haces a sangre fría. En el caso de Moisés lo conocía desde recién nacido y es un inmenso placer, un sentimiento, quizás el más puro que puedo sentir, es querer a este hijo”. También le confesó que todas las noches rezaban juntos.

Le confió que, aunque nunca pensó adoptar un niño, al morir su primera esposa Francois, emocionalmente se sintió vulnerable, y necesitó a alguien en quien volcar sus afectos.

“Los ví juntos en esta entrevista, él pendiente de todos los movimientos de su hijo, permitiéndole interactuar con nosotros”, añade.

Sobre la personalidad del afamado diseñador dice que le gustaban mucho las fiestas, le encantaba recibir y era excelente anfitrión.

Lo recuerda como una persona sencilla que hacía sentir a sus invitados como si estuvieran en su propia casa.

Oscar de la Renta abrió su primera boutique en el 1968 en la avenida Pasteur, cerró tres años y medio después. Su segunda aparición comercial en República Dominicana se produjo en el 1981 en Altos de Chavón con el nombre Oscar de la Renta para Freya. En ese entonces las hermanas Lillian, Miriam y Nereyda Morales poseían Freya Boutique, una de las tiendas más prestigiosas de la época y con ellas hizo la alianza. Hace alrededor de dos años abrió una tienda en Punta Cana.