Los 80.000 extranjeros que llegaron a Río de Janeiro en los últimos días prácticamente llenaron los hoteles de la turística zona sur de la ciudad y reservaron el 10% de los lugares en el Sambódromo, según cálculos de la empresa estatal Riotur divulgados por el diario O Globo.

El Sambódromo es la avenida con graderíos con capacidad para 60.000 espectadores por donde desfilan las escuelas de samba, la principal atracción del Carnaval de Río de Janeiro, que fue abierto el pasado viernes y se extiende hasta el próximo martes.

El número de visitantes de este año es un 15% superior al de 2003 y uno de los mayores en la historia de los carnavales de la ciudad, según Riotur.

La empresa turística estatal calcula que los turistas dejarán en la ciudad cerca de 141 millones de dólares en los cinco días de fiestas.

“Sin ninguna duda, éste será el mejor Carnaval de todos los tiempos”, afirma el secretario de Turismo de Río de Janeiro, Rubem Medina.

Entre los visitantes extranjeros hay unos 8.000 que llegaron a la ciudad en ocho lujosos navíos de cruceros, el doble del año pasado.

Tan sólo del transatlántico “Queen Mary II”, el crucero más grande y lujoso del mundo, que recaló en el puerto de Río de Janeiro el pasado viernes, desembarcaron 2.620 pasajeros, sin contar parte de los 1.250 miembros de la tripulación que también tenía reservas para el Sambódromo.

Además de las playas y del desfile de las escuelas de samba del llamado Grupo Especial, considerado el mayor espectáculo artístico del mundo al aire libre, los extranjeros llenaron en los últimos días atracciones como los morros de Corcovado y Pan de Azúcar.

En sus primeros cinco días, las diferentes escuelas de samba del famoso carnaval de Río han estado matizadas por sátiras a la política brasileña, así como el tema del sexo. Destacan de manera particular las enormes figuras en actitud sexual pero en parte tapadas, un homenaje en vida a Xuxa y las historias fantásticas del Amazonas. Éstas óperas a cielo abierto apoyadas en lujosas carrozas, preciosas coreografías, pesados disfraces, pegajosos ritmos de samba y despliegues de tecnología y variadas estéticas son el momento culminante del famoso carnaval carioca.

Hasta el momento, la nota más polémica de este carnaval ha sido el desfile de la escuela Grande Río, que dedicó su argumento a promover el uso del condón en las relaciones sexuales.

Grande Río se esforzó por mantener el arte de su irreverente espectáculo y a la vez sortear la censura ordenada tras protestas de la Iglesia católica y evangélica.

Sus 4.500 integrantes siguieron una vanguardia formada por varias de las modelos y actrices más deseadas de Brasil. Bailarines y tamborileros disfrazados de preservativos, acompañaban ocho grandes carros alegóricos, incluyendo una enorme imagen de Adán y Eva haciendo el amor, que fue cubierta de la cintura para abajo.