Carnaval vegano: «El que mejor representa las tradiciones y costumbres populares»

Carnaval vegano: «El que mejor representa las tradiciones y costumbres populares»

POR RAFAEL ARACENA VALERIO
LA VEGA.- En cada versión de carnaval de aquí aparecen innovaciones que sugieren referencias a raíces tradicionales costumbristas del pueblo, expresadas en la conformación de la artesanía, confección de disfraces y caretas y diversas comparsas.

Los constantes cambios que aportan los actores a las creaciones pautan precisamente el auge de la tradicional fiesta de febrero, a lo que se añade un abigarrado esplendor y el colorido de las vestimentas que lucen las comparsas de «máscaros», como también las emociones que éstas y los grupos de «Diablos Cojuelos» y los personajes individuales imprimen al evento. Por eso trascienden en el ámbito internacional.

La atención concitada paulatinamente desde 1979 por el clásico de febrero atrae a miles de turistas criollos y foráneos. Este año, el pasado 15 de enero, la Unión Carnavalesca Vegana (UCAVE) y el Comité Organizador del Carnaval Vegano (COCAVE) convocaron a una rueda de prensa con medios nacionales y extranjeros en el Hotel Jaragua de Santo Domingo donde se lanzó la mayor festividad de aquí a escala mundial.

Entendidos en clásicos similares, folcloristas e historiadores, coinciden en afirmar que el de La Vega es el más completo, variado, vistoso y que mejor representa las tradiciones y costumbres populares de los realizados en el país.

De acuerdo al historiador vegano Guido Despradel Batista, correspondió al clérigo Álvaro de Castro, en febrero de 1514, llevar por las calles de la desaparecida Concepción de La Vega Real una representación de la lucha del «bien contra el mal», es decir entre españoles y árabes en el tiempo de la dominación de los moros en la madre patria.

Desde los más apartados rincones del mundo acuden cientos de veganos, todos los años, para dar calor y apoyar su carnaval gozando en cada una de las genialidades del mismo y disfrutar de las actividades efectuadas en el marco de éste, como son, charlas de diversos aspectos, fiestas, torneos deportivos y recreativos, talleres literarios y culturales, así como las presentaciones artísticas.

El historiador y folclorista Francisco Torres Petitón señala que andando en el tiempo, este carnaval se enclaustró en los salones de la aristocracia y luego cuando las masas lograron participar en el evento comenzaron a enriquecerlo con elementos folclóricos alegóricos a ridiculeces con los que pretendían burlarse de sus opresores exhibiéndolos a través de la creación de personajes grotescos y de situaciones risibles.

Dicho certamen ha pasado por etapas de reflujo, como por ejemplo los años de la ocupación norteamericana de 1916 a 1924 y la llamada Era de Trujillo, entre otros periodos que van desde su origen hasta el año 1900 y luego que se le asignara a los «máscaros» por orden oficial en 1935, las calles adyacentes al Parque Duarte para interactuar con el público y de ahí hasta 1979, año en que las festividades carnavalescas despegan hacia el desarrollo llegando a las características de hoy día.

En esto coinciden folcloristas e historiadores, además de estudiosos del carnaval vegano, como el licenciado Torres Petitón, Mario Concepción, José González, Frank Moya Pons, Fradique Lizardo, Guido Despradel Batista, Manuel Ubaldo Gómez, Hugo Estrella, César Arturo Abreu, Yanio Concepción, entre otros.

La versión de este año ve la acción de más de 120 grupos de «Diablos Cojuelos», decenas de comparsas y numerosas recreaciones individuales de personajes políticos y anécdoticos del ideario popular.

Con un desfile de grupos de «diablos», comparsas y organizadores, el rey y la reina, el periodista Rubén de Lara y la señorita Grecheen Acosta por calles y avenidas de la ciudad, arrancó la versión 2005 con un público numeroso y entusiasta.

Los visitantes no se detienen y entre música y vejigas ardientes, como siempre la fiesta sigue en pie.

EN LA ETAPA FINAL

Mañana 27 de febrero, día de la Independencia Nacional, el carnaval vegano celebrará su última edición de este año en su provincia.

El próximo 6 de marzo, el malecón de Santo Domingo se vestirá de color y alegría para alojar frente al mar Caribe las más diversas y coloridas comparsas y grupos de todo el país, en un «gran carnaval» lleno de vistosidad, como manifestación ulterior de las fiestas paganas, cerrando así el ciclo carnavalesco correspondiente a este año.

Con esto,el pueblo dominicano entra en una etapa de recogimiento que finaliza con el Domingo de Resurrección, fecha en que se celebra la victoria de Jesús sobre el pecado.

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