De color rojo intenso, con  aspecto lozano y muy llamativos, que sin probarlos seducen la mirada de quien los observa. A estas cualidades se le suma el dulce sabor que  pueden tener. Hablamos del tomate.

Lo que ayuda a que el tomate adquiera esas características especiales, es el método de producción: son cultivados con un sistema controlado, lo que permite administrarles los nutrientes necesarios para obtener un mejor producto.

“Este tipo de  producción  nos permite dosificarles los nutrientes y controles específicos a la vez de mantener los suelos en una perfecta armonía para alcanzar una cosecha de alta calidad”, explicó Jeguel Sepúlveda, gerente de mercadeo de Jardín Constanza de Naco. ¡Sí!, de una floristería.

Y es casi seguro que le extrañe que en este lugar no solo sean conocidos por cultivar y expender flores, y es quizás el hecho de tener mucho tiempo dedicados al  cuidado de hermosas plantas.

“Cuando saltamos de producir flores a diversificarnos con el tomate el cuidado esmerado de las flores se extrapola al cultivo del tomate obteniendo los resultados existentes”, señaló Sepúlveda.

También explicó que cuando los clientes preguntan sobre el salto de flores a tomates, “es muy fácil darles a entender que la floricultura es una rama de la horticultura y  comparte los mismos sistemas de producción y es en este sistema que radica el 50% del gran secreto, el otro 50% responde a la variedad de tomate escogida”.

La variedad del tomate que producen allí es tipo bola o de ensalada,  con frutos que van desde mediados a grandes.

Producción. Según los datos ofrecidos por Jeguel, su empresa tiene una producción anual de un millón 800 mil libras. Son cultivados en 40,000 metros bajo invernaderos, y su mayoría  destinada   a la exportación y  a supermercados. Pero para la tienda, disponen de “una selección especial para nuestros clientes”.

La receta

Ensalada caprese

1 libra de tomates

Hojas de albahaca grandes y frescas

1 cucharadita de aceite de oliva

400 gramos de queso mozzarella fresco, Orégano al gusto

Preparación. Lave los tomates y córtelos en rodajas, ni muy finas ni muy gruesas. También corte el queso de la misma manera. En un plato llano coloque  las rodajas de tomate y de mozzarella en forma alternada, encimadas y decorativas. Espolvoree con el orégano. Coloque las hojas de albahaca fresca (previamente lavadas) enteras sobre las rodajas de tomate y mozzarella. Rocíe con  aceite de oliva.

La técnica

Invernadero

Estos tomates no se cultivan al aire libre, sino en invernaderos, por lo que se cuida cada detalle del proceso de producción. Riego, abono, temperatura… Hay que tener en cuenta que  la planta debe ser  la mejor variedad.