Nueva York.- La diseñadora que mejor se lleva con la elegancia, Carolina Herrera, mostró su estilo más “lady” en una quinta jornada ya de la Semana de la Moda de Nueva York, en la que Tommy Hilfiger mostró su revisitación “preppy” de la moda marinera.

La venezolana jugó a lo seguro con cortes clásicos y telas livianas y ganó con la colección más femenina que se ha visto esta semana, con reminiscencias de las divas del Hollywood clásico.

Los vestidos fueron la pieza clave, tanto por encima de la rodilla, como largos hasta el tobillo.

Color plata, rosa palo y el siempre seguro blanco y negro predominaron en la pasarela.

De nuevo lazadas al cuello al estilo de las muñecas de porcelana, un elemento que yahemos visto en otras propuestas esta semana, como en Kate Spade NY.
Destacaron igualmente los escotes, generosos, en pico y de barco.
Los tejidos fueron principalmente seda, lanas y pieles en abrigos y cuellos de blazers y chaquetas.

Por un día, nada de bombers, para respiro de las «ladies» como Carolina Herrera.
Algunas de las que mostraron sus prendas fueron las supermodelos Lily Aldridge y Karlie Kloss.

Por su parte, Tommy Hilfiger convirtió el histórico Park Avenue Armory del Upper East Side en la cubierta de un lujoso transatlántico de comienzos del siglo XX por el que desfiló su colección más marinera para el otoño de 2016.

Las modelos, incluida la “it girl” de esta semana de la moda de Nueva York, Gigi Hadid, lucieron una colección inspirada en los grandes viajes transatlánticos de los años veinte con el estilo clásico de Nueva Inglaterra, el “preppy”.

El propio Tommy Hilfiger, que celebra este año 30 años de carrera como uno de los diseñadores estadounidenses más consolidados, se vistió de capitán de barco para el tradicional saludo de cierre de desfile.

El estadounidense mostró una colección donde destacaron piezas como los pantalones azul marino con raya dorada y cintura alta para resaltar las piernas de la mujer.

El mismo esquema de azul marino y dorado y abotonados de uniforme se repite en casacas, abrigos y faldas.

Además, shorts y jerseys verdes turquesa y rosa palo, cachemir y franela, mucho vintage y zapatos de tacón ancho con reminiscencias de los años veinte.

Para las noches, mirando las estrellas en la inmensidad del océano, Hilfiger apostó por los vestidos de pedrería brillantes en dorado y plata, un look que acompañó de pequeñas coronas a modo de diadema, una licencia tan naïf como resultona.
Se trata de la última ocasión en que Hilfiger prepara una colección según el calendario tradicional de la moda, para estar disponible dentro de seis meses.