Las flores silvestres brotaron a orillas del río Hudson gracias a la fértil imaginación del diseñador de Carolina Herrera.
Wes Gordon, en su segundo año como director creativo de la firma de la emblemática venezolana, mejoró su desempeño con una colección agradable de tema floral con colores y estampados vibrantes.
El diseñador dijo que su inspiración fue la súper floración de California, un fenómeno que lleva al brote de una inusual cantidad de flores silvestres.
Eso fue lo que ocurrió en su desfile bajo una carpa con vista al río en la punta sur de Manhattan. Gordon presentó una sucesión de vestidos, tanto muy largos como muy cortos, con dramáticos destellos de flores. Un estampado recurrente era de grandes flores azules sobre fondo amarillo. Otro atuendo impactante fue un minivestido con una mezcla impresionista de flores rosadas, verdes y púrpura.
Gordon también incluyó trajes de lunares blancos y negros, grandes y llamativos, así como un número de piezas plisadas como una minifalda con chaqueta de mangas holgadas, y un traje largo sin tirantes con cinturón, en tela escocesa azul y café.
Los trajes de gala cerraron la colección, y aquí Gordon satisfizo de igual modo su gusto por el color, como en un vestido verde brillante.
Uno de los diseños más impactantes incluía una capa traslúcida blanca de lunares negros sobre un traje rosado claro y una especie de moño en un hombro.
Los estilos para la noche fueron tanto elegantes como juguetones; un vestido parecía una falda, pero con la cintura en la línea de los hombros, y de nuevo llevaba una capa blanca traslúcida de lunares negros, pero esta vez sobre amarillo brillante.
“Soy un gran admirador del color y Carolina Herrera es todo color”, dijo Gordon entre bambalinas.