(I de II)

Carolina Isabel Bosch García, la segunda hija del profesor Juan Bosch, fallecida a principios de esta semana, le correspondió una vida de dificultades y privaciones, al igual que a muchos hijos y familiares de exiliados que luchaban contra la dictadura de Rafael Trujillo. Carolina nació en Puerto Rico, el 14 de marzo de 1938, fruto de unión de Bosch con Isabel García Aguiar, su primer matrimonio.

En carta enviada desde ese país a su entrañable amigo Mario Sánchez Guzmán, el 8 de agosto de 1938, el profesor Bosch expresa:

“Sigo contento. Aquí no saben qué hacer conmigo. Todavía está la niña (Carolina) recibiendo regalos de gentes del interior a quienes no conozco. Has de saber que cuando nació recibió paquetes de maestras de Ponce, Juana Díaz, Guayama, Guánica, Río Piedras, Arecibo y de no sé que otras partes”.

A poco de nacida, Carolina fue llevada a Santo Domingo, por su abuela materna Mercedes Aguiar de García, mientras que Juan Bosch y su esposa Isabel, acompañados de su hijo León ( quien se convertiría en un destacado pintor), viajaron a La Habana, Cuba. En Puerto Rico, Bosch trabajó en la dirección de la transcripción a maquinilla de los manuscritos del maestro Eugenio María de Hostos, para sus Obras completas, en ocasión de su centenario, a celebrarse en enero de 1939. Como la editora cubana Cultural S. A. ganó el concurso de publicación, al autor de La Mañosa le correspondió dirigir allá ese proceso de edición e impresión.

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Pronto el amor de madre pone a Isabel García en ruta hacia Santo Domingo. Carolina lo cuenta así:

“Ella ( la abuela) decide traerme a la República Dominicana, y dice que después ella me llevaría a Cuba cuando estuvieran instalados. (…) Cuando yo tenía un año de vida, mi mamá viaja (…) a buscarme y no la dejan salir (del país)”. Obviamente, ahí jugó su carta el régimen trujillista. Eso determinó la ruptura matrimonial.

En segunda nupcias, el profesor Bosch casó en La Habana, con Carmen Quidiello Castillo, de cuya unión figuran Patricio y Bárbara Bosch Quidiello.

En el caso del profesor Bosch, la persecución incluyó de manera especial a su hermano José Bosch (Pepito) y a su padre José Bosch Subirats (Pepe), cuyos detalles contaremos en otra ocasión. Toda la familia y relacionados, de una u otra forma, fueron víctima de acoso. Al mismo León Bosch, le urdieron una trama, presentando en un parque de la Capital un jovencito con su fisonomía criticando el gobierno.

Siendo Carolina una adolescente, debía casi interdiario presentarse en las oficinas del Servicio de Inteligencia Militar(SIM), el tenebroso servicio de militar del régimen.

En entrevista con Glenda Galán, narra el recuerdo de su padre:

«…recuerdo que papá era un hombre muy noble. Un hombre con un corazón tan grande, que cabía todo el que él quería. Y al mismo tiempo un hombre fuerte, como buen español que era. Yo no sabía que lo iba a conocer. Me costó acostumbrarme cuando lo vi.”

Cuenta su impresión del primer encuentro padre-hija:

“Yo no podía hablar cuando lo vi, no me salía la voz. Para mi era un sueño hecho realidad, un sueño de toda la vida. Yo nunca pensé que lo iba a conocer.

“Me impactó tanto conocerlo, que lo único que hacía era llorar y él reaccionó igual.”