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En el Cibao siempre se ha sostenido que más vale tarde que nunca, y es lo que el 25 de abril reciente aconteció cuando el presidente Leonel Fernández dio el primer picazo para la construcción de una moderna carretera que conecte Cibao-Sur, obra que debió iniciar en 2004, cuando recapturó el poder y hubiese concluido en 2006.
También debió construir el ferrocarril Punta Caucedo-SD-Haina, Villa Altagracia-Bonao-SFM-La Vega-Moca-Santiago-Puerto Plata-Monte Cristi-Puerto Libertador por el norte, y San Cristóbal-Baní-Azua-SJM-Barahona-Pedernales-Jimaní-Puerto Príncipe, por el sur. Un ramal ferroviario nacional respondiendo a un requerimiento recurrente desde hace bastante tiempo en una gran parte de los dominicanos, un transporte de pasajeros seguro, cómodo, a precio asequible para las grandes mayorías y de carga de mercancías para consumo vernáculo y exportación.
Una obra colosal de trascendencia única, que reputará por todo lo alto en la referencia histórica nativa, consagrando al gobernante que la ejecute por concurso, sin que el contribuyente aporte un centavo, y de seguro que decenas de empresas idóneas internacionales licitarían. La carretera Cibao-Sur cuyos trabajos inauguró el presidente Leonel tendrá un costo de US$293 millones, recurrirá 76 kilómetros que discurrirán por Piedra Blanca-Juan Adrián-Rancho Arriba-Sabana Larga de San José de Ocoa y Cruce de Ocoa, donde está el parador de Yuyú Lara.
Esa gran obra trascendental, similar a los pasos de niveles que el presidente Leonel ha construido en la capital y Santiago de los Caballeros no es argumento politiquero, sino que responde a requerimientos urgentes en la realidad trepidante dominicana de hoy, con una demografía creciente y sin educar su control natal, con un turismo vigoroso promovido como nunca por Francisco Javier García y el capítulo también creciente de zonas francas industriales. El ahorro en combustibles, gomas y piezas de recambio repercutirá positivo en la economía nacional, y para que los importadores de vehículos, gomas y piezas de repuestos no hagan bembitos, incluirlos en los inversionistas.
