LUPERON, PUERTO PLATA. Llegar al municipio de Luperón es una agonía entre hoyos, hundimientos, pedazos extensos de tramos carreteros inservibles y un desvío que intimida a los viajeros, que se ponen en manos de la gracia divina, por el peligro que representa.
Allí no hay una sola señal de que existe el peligro, los transeúntes deben advertirlo a muy poca distancia.
Gran parte de las vías fueron destrozadas por las fuertes lluvias, y el puente que se derrumbó es de cuando la tormenta Noel, y desde ese tiempo está destrozado sin que ninguna autoridad haga nada, comenta José Alfredo Villamán.
Dice que el pésimo estado se debe a la falta de mantenimiento y la dejadez de los munícipes.
Esta es una de las carreteras más descuidadas de la zona y es la principal vía que conduce desde la entrada de Imbert rumbo a la ciudad turística de Luperón, cuyos pobladores en varias ocasiones han denunciado el peligro que representa y la apatía de Obras Públicas. Ante la calamidad, su principal fuente de subsistencia, el turismo, se ve mermado y se trunca su fortalecimiento, las huellas del problema se reflejan en la cantidad de negocios quebrados, hoteles cerrados, otros abandonados y gente sin trabajo.
Son innumerables los kilómetros de caminos vecinales que están debilitados en este municipio y qué decir de su entrada principal.
La ciudad, aunque con las calles descuidadas y abandonadas, luce tranquila y limpia de basura, sin embargo sus caminos vecinales no sirven ninguno, lo que crea otro malestar.
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Con temor
Los munícipes argumentan que los turistas se desesperan y atemorizan al momento de transitar por estas carreteras, por el peligro principalmente en horas de la noche y cuando llueve. Desde Saballo, La Grúa, Vuelta Larga, es casi imposible, porque existen 20 kilómetros de carreteras llenos de aberturas y perforaciones, en que el vehículo fácilmente cae.