POR  DOMINGO ABRÉU COLLADO
Carretera viene de carreta, pues para el uso de éstas se construyeron aquellas en todo el mundo. Y como fuerza motriz de las carretas estuvieron burros, mulos y caballos, tanto machos como hembras, aunque a la hora de su utilización el sexo nunca ha sido un problema.

Sobre carretas puede decirse que se ha paseado el desarrollo de la República Dominicana: el comercio, las leyes, la Iglesia, el transporte, la construcción y hasta parte de la alimentación, sino toda en sus principios.

Pero quizás, quien más se ha movido en carreta es la Constitución de la República, que dicho sea de paso estuvo ayer de cumpleaños. La Constitución de la República se mueve en carreta, porque no hay otra manera de ser más lenta y más obsoleta, aparte de ser la pieza letrada más alterada y manipulada.

Es más, la Constitución de la República es lo más parecido a una carreta: manipulada a foetazos, utilizada para todo, tirada por animales, cargada de todo menos de dignidad, dirigida por quien la necesite en su momento… en fin, una carreta cuyos principales usuarios residen en el Congreso Nacional.