Carretera x

Carretera x

POR  DOMINGO ABRÉU COLLADO
Bienaventurados los que tienen tanque de acueducto con agua de pozo, porque ellos no pagarán el agua en botellón a los 40 ó 50 pesos en que se va a colocar como va la cosa. Bienaventurados los que beben agua de pozo, porque no se enfermarán debido a que están ya curados por dentro y requetefortalecidas las defensas.

Bienaventurados los independientes del acueducto de Santo Domingo, porque ya no tienen que sentirse desprotegidos como nosotros los condenados a temerle al agua de la llave como si de caldo bacterial se tratara.

Bienaventurados los que no esperan nada mejor del agua que se les sirve, porque no serán nunca defraudados.

Bienaventurados los que beben agua de lluvia, porque ellos no tienen que pagar el agua del botellón, el gasoil del camión, el costo de “producción”, los impuestos del Estado, las ganancias de los dueños, y el botellón mismo.

Bienaventurados los que podemos recordar cómo nos pegábamos de las llaves de agua en las escuelas sin miedo a enfermar o morir por esos bacilos que ahora llenan de dinero esterilizado los bolsillos de los dueños de las envasadoras de agua.

Bienaventurados los que creen que el agua es vida, porque nunca sabrán que la vida que creen que es el agua es la que se están dando los dueños de envasadoras, que en vez de agua beben de Presidente para arriba.

Y finalmente, bienaventurados los que ya no creen en los políticos ni votan, porque ya no serán engañados y ahora entienden perfectamente cómo los gobiernos renunciaron a darle agua potable al pueblo para permitir que el negocio del agua embotellada creciera y nos sometiera a sus designios. Amén.

El Mausoleo de la Virgen

Vaya usted a saber de dónde salieron los cuartos para erigir semejante mausoleo, comparable con el de Halicarnaso. Pero salidos de donde hayan salido, esos cuartos no salieron de manos cristianas de verdad. Porque no es cierto que la Virgen, que parió un muchacho santo en una cueva-establo, envueltos en yerbas, estiércol y tablas viejas, iba dizque a contentarse ahora con que le construyeran semejante monumento.

Y no tanto por ella, sino por el muchacho. Un jevito que desde que nació predicó la humildad, alabó la renuncia a los bienes materiales, y se ligó con los pobres. No guillado de solidario sentimental, sino a sabiendas de que a los que nada tienen no les invade la soberbia ni les seduce el poder.

Pero qué se va a hacer. Ya la religión tomó partido económico, y como se puede ver con el mausoleo en cuestión, la gente cree que para librarse de penas de conciencia basta con construirle una edificación moderna a la virgen. Y hay quienes van más lejos, manteniendo iglesias sin averiguar el origen de los cuartos, como para asegurarse indulgencias. Por cierto, ¿se cancelaron las indulgencias o es que son más caras ahora?

Porque tremendas fortunas que se acumularon con aquello de las indulgencias. Cosa terrible, porque ya nunca más pudieron recobrar los votos de pobreza, y mucho menos acostumbrarse a la vida del trabajo diario, la brega con la tierra, la crianza de animales, la actividad hortícola y otras cosas semejantes.

Y como se vio que la cosa cambió -pues ya la gente no anda por las carreteras con santos en la cabeza en casitas de madera y sonando maracas- aquellos que tienen culpas por curar, de esas que erosionan el alma e infectan el corazón, prefieren erigir monumentos de hormigón para la supuesta honra de santos y vírgenes y la búsqueda de perdones, por supuesto.

Y ahí lo tienen; tremendo mausoleo a la Virgen de la Altagracia en la carretera Mella, por allá por El Toro, al nuevo estilo del despilfarro y sumamente lejos de la prédica de pobreza material y riqueza de espíritu que diseminó por donde estuvo el famoso belenita aquel… es que hace tanto tiempo…

En vías de perdición

Yo creo que mejor nombre no podía tener esta fotografía. No porque se estén perdiendo en medio de la maleza, sino porque estamos eufemísticamente sobre “vías de desarrollo”, cuando sobre ellas deberíamos estar en términos de transporte masivo y de carga.

Prácticamente todo el Llano Costero suroriental está sembrado de vías férreas, las que movían la mayor parte de la carga cañera hacia los ingenios Caei, Haina, Boca Chica, San Luis, Consuelo, Porvenir, Santa Fe y Central Romana.

Los ramales del ingenio Río Haina, por ejemplo, se extienden desde el puerto de Haina hasta Boyá y más allá, en Los Haitises, y hay una red vial férrea que conecta a Boca Chica, San Pedro, La Romana e Higuey.

Ya hemos escrito sobre esto antes, pero cada vez que me encuentro con un par de rieles por un monte de esos es como si me los dejaran caer sobre los pies. Rieles saludables, sobre durmientes saludables también, casi eternos, como esperando que algún día la Nación despierte de la pesadilla del petróleo y se decida a retornar al ferrocarril y resolver de una maldita vez el problema del transporte.

Quién sabe, quizás se está a la espera de alguien (o de algún grupo) que anuncie la construcción del ferrocarril con la participación del Estado, que habrá aportado toda la red de vías férreas a razón de cinco centavos el metro de vías paralelas para comenzar a recibir beneficios dentro de 50 años. Porque todo es posible en este país bailador de regaetón y… “que le gusta la gasoliiinaaa…”

Con el hormigón llegó la esperanza

Los habitantes del Pomier habían esperado por más de diez años la terminación de un centro comunal para juntarse, divertirse y educarse. Con la colocación del techo en hormigón vaciado por Cemex Dominicana la esperanza les llegó de nuevo, pues terminada la segunda etapa de la construcción de su centro ya pueden reunirse en su interior aunque sea en piso de tierra e iluminados con “jumiadoras”, pero bajo techo.

Además de Cémex Dominicana, contribuyeron para completar esta etapa la Fundación Ford (con un premio que otorgó al Espeleogrupo de Santo Domingo), la Fábrica de Cemento Colón, la empresa de bloques Aguayo, Industrias Nacionales, C. por A. (INCA), la Policía Ambiental y el Comité de Fiestas Patronales del Pomier. Entre los propósitos a cumplir luego de terminado el Centro Comunal de la Capital Prehistórica de las Antillas, está impartir un taller sobre la elaboración y estampado de telas con los motivos pictográficos que hay en las Cuevas del Pomier, así como el tallado de roca caliza con diseños de esa misma línea indígena.

En el Centro se presentará cine, teatro, funcionará una biblioteca, se organizará el carnaval, las fiestas patronales, se dictarán conferencias y se harán muchas otras actividades para beneficio de la comunidad del Pomier y de toda la sección de Borbón.

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