POR DOMINGO ABREU COLLADO
En la carretera que lleva a San Isidro… bueno, en el mismo San Isidro, en la base militar, nos encontramos con una exposición de reproducciones pictóricas que recogen escenas y escenarios de nuestras gestas históricas guerreristas: revoluciones, levantamientos, guerrillas, golpes de estado y algunas escaramuzas gavilleras.

Según me entero por la prensa y la difusión radial, se trata de una campaña de la Comisión Permanente de Efemérides Patrias –CPEP-, para “acercar a los niños” a los padres de la patria, específicamente a Duarte. Incluso tienen un mensaje que dice que “si acercamos los niños a Duarte…” etcétera, etcétera…, algo así como que si los niños se la pasaran oyendo aquellas citas de las cartas de Juan Pablo Duarte algo del patricio se les pegaría. Es decir, a mi modesto ver, se trata de una campaña de ósmosis patriótica con la lectura de las cartas de Duarte como punto de partida.

Yo no sé si eso tendrá algún efecto positivo en nuestros niños, hartos ya desde muy temprano de oír a los políticos más desfachatados elevar la figura y obra de Duarte, y ver a tremendos ladronazos del erario público con fotos de Duarte, Mella y Sánchez en las paredes de sus oficinas.

En realidad, Duarte ha sido tan vilipendiado como vilipendiadas y manipuladas han sido sus cartas. No hay ladrón conocido -entre políticos, funcionarios, narcotraficantes y gerentes de bancos- que no haya asegurado públicamente su identificación con el “ideario de Duarte” y con “los principios que dieron origen a La Trinitaria…”, etcétera, etcétera. Entonces qué les queda a nuestros jóvenes cuando gente como las que conocemos, embarradas hasta el cuello en este lodazal, y creando más hediondez y lodo todavía, dicen ser seguidores del pobre Juan Pablo.

El gran problema de Duarte fue el no haber escrito lo suficiente como para dejar bien claro qué pretendía con la fundación de La Trinitaria. Un par de cartas no dejaron suficientemente claro su concepto de independencia, traspapelada en la frase aquella de “ser independiente de toda potencia extranjera o se hunde la isla”, algo fallido en Duarte por sus desconocimientos en materia de Geología, puesto que lo coloca ahora como alguien que sabía que nunca seríamos independientes, puesto que la isla no se hundiría de ninguna manera.

Quizás, si en vez de aceptar una tranquila deportación saliendo por el Ozama, Duarte se hubiera batido a tiros con quienes lo expulsaban, su figura tendría una dimensión mayor, habida cuenta de que hubiera sido mejor morir como guerrero que como mendigo, una salida que asumió Sánchez con mayor bizarría en la que llaman “la hora de los hornos”.

Nuestros niños y jóvenes de ahora, deformados por el consumismo, el I-pod, la moda y la computadora, no pasarán de fijarse apenas en los “sacos que tan chiquitos les quedan” a los patricios; en la locura que significa para ellos “cabalgar de Dajabón a Santo Domingo” con un machete al cinto; en lo extraño de que “el alzamiento de Los Trinitarios solamente contaba con un trabuco” porque no se ven más armas.

Esos son comentarios de niños, que no creo que estén en mucha disposición de acercarse a Duarte cuando quienes “lo defienden” han pisoteado más libertades y derechos que aquellos a quienes Duarte combatió.

¡”Los Platters” en la carretera!
¡Díganme si no son igualiticos a “Los Platters”!, o Los Plateros”, aquel conjunto de cantantes negros que marcaron lo máximo (o casi lo máximo) en los años 50-60, con canciones como “Only You”, “The Great Pretender”, “Smoke Gets in your Eyes” y muchas otras canciones del romanticismo más exquisito.

No, no son ellos, este otro conjunto de negros y mulatos no es más que un grupo de camioneros y gomeros preocupados porque en por lo menos tres puntos de la carretera Mella a los mozalbetes del paraje les ha cogido con quemar gomas en el medio de la vía dizque para protestar porque no les llega la luz, por los apagones.

¡Tremenda vaina esta de la gente de protestar por cualquier cosa! Porque eso es como alarmarse porque a uno no lo mandan a la luna de astronauta. ¿Y quién le ha dicho a esta gente que la energía eléctrica es para todo el mundo? Señores, los dominicanos están más que pasados de rosca, ¡hasta luz eléctrica quieren… Y EN SU CASA, que se la lleven a domicilio! ¡Pero usté a bisto er diablo!

Entonces pagan su rabia con el asfalto de la carretera. Porque donde quiera que se quema una goma es el asfalto que sufre, se debilita, y lo demás lo hacen las lluvias y los vehículos.

Pero digamos que sí, que tienen derecho a protestar. ¡Y quién les va a oír desde allá, desde cas’el carajo! Yo creo que sería más inteligente que se reunieran frente a la oficina de la ede correspondiente y se sentaran en la calle, el día entero… y la noche, si es preciso. Y no tiene que ser un grupo grande, con 700 ó mil personas sería suficiente.

¡Eso sería una protesta valiente y seria! No esa mierda de estar quemando gomas y dañando más el ambiente.

Bayahibe, Caramba…
Esta es la entrada a Bayahibe, la que fuera hace algunos años una aldea de pescadores y  objetivo de fotógrafos tras la caza de sus veleros y puestas de sol.

Hoy, Bayahibe es todo un centro turístico de tremenda actividad económica. Pero, como siempre pasa, el manejo es toda una porquería. Ni siquiera una calle decente puede presentar Bayahibe. Y miren el nivel de casa que se tira la antigua aldea de pescadores. Cualquiera diría que aquí la cosa va bien.

Pero si va bien es para algunos pocos, porque el manejo turístico viene a ser la misma pendejada de Puerto Plata, solo con la diferencia que está más cerca de un parque nacional.

Por otro lado, los negocios que fueran de propietarios locales en Bayahibe parece que ya pasaron a manos extranjeras, porque los precios son ahora como para sacarle el hígado a cualquiera que confundan con turista. En días pasados se nos ocurrió dizque almorzar (casi cenar) en Bayahibe, antes de seguir para Hato Mayor, donde teníamos un trabajo por hacer. ¡Mierda! ¡Craso error! En el restaurante La Bahía, que era un sitio decente para comer a buen precio, parece que le cobran a uno hasta la presencia de la mulatica afectada de europea que atiende el sitio. Por no ir mucho más allá les digo que: dos bolitas de helado cuestan 150 pesos, error que me costó 300 por no preguntar precios primero. Y eso, que hasta el Itebis le colocan, sin razón para ello.

Bayahibe es la mejor muestra de que aquella arenga para que los dominicanos hagan turismo en su propia tierra primero es pura caca. Sale ya más barato irse a una playa en Puerto Rico que a Bayahibe. Y hasta más seguro, porque no hay sanky-pankys con tanta suciedad encima.

El letrero que ofrece de todo
Este letrero en un lugar de Bayahibe ofrece todo lo que usted puede pedir en materia de masajes, según lo que se lee. De información local, los masajes “entre otros” son los más diversos, encontrándose el masaje “50 a 1” –según nos contó un bayahibense-, que significan 50 manos para un solo cuerpo, distribuidas por toda la anatomía del o la cliente. Se dan masajes con tusa de maíz, esa que limpia, rasca y desenreda, mojada en miel de abejas, leche o habichuela con dulce.

Es posible que para estas fechas ya hayan incorporado los masajes “bajo el ala pa’que repete”, especiales para mujeres masoquistas. Posible también que esté el “masaje del troglodita” para el cuero cabelludo, que consiste en que un tipo bien forzudo arrastra a la cliente por todo el sitio llevándola por los pelos hasta que la cliente queda sin aliento.

De igual manera es casi seguro que se habrá incorporado a la oferta el masaje conocido como “oprimido por las masas”, consistente en someter al cliente, acostado, al peso y presión de las nalgas de 10 mulatas sentadas a todo lo largo de la anatomía del cliente bailándole reguetón durante media hora.