Carta a Amable Aristy Castro

Carta a Amable Aristy Castro

MIGUEL RAMÓN BONA RIVERA
Distinguido amigo Amable Aristy:

Las encuestas de noviembre, Gallup y Penn and Schoen, señalan claramente desde ahora cuál será el resultado de las elecciones del próximo 16 de mayo.

Eso mismo sucedió en las elecciones de 1996, 2000 y 2004, que desde noviembre las encuestas señalaron la tendencia invariable. Y es que el elector dominicano toma sus decisiones con mucha antelación.

El Partido Reformista, al igual que en las elecciones del 2004, continúa en un lejano tercer lugar. Pero en esta ocasión, el posicionamiento del Partido Reformista está signado por un fenómeno dramático: El uso de todos los recursos del gobierno dirigidos a depredar y reducir las fuerzas del PRSC.

El programa de los «cacerolazos», que ha sido hasta ahora el eje central de campaña del «Presidente de los Pobres», resulta exiguo frente a lo que puede hacer Leonel Fernández. Solamente en los repartos navideños el Gobierno, con recursos del fisco y en abierta campaña proselitista, gastó cinco veces más que todo lo que gastará Amable en todos los cacerolazos habidos y por haber hasta mayo.

Si bien el uso abusivo de todos los recursos públicos a favor de la reelección le confiere al proceso electoral un carácter moralmente fraudulento, Leonel Fernández intensificará este proceder habida cuenta del gran poder mediático del Gobierno y de las presiones que puede ejercer sobre la Junta Central Electoral.

No hay dudas de que Leonel Fernández dedicará gran parte de sus esfuerzos de campaña a socavar las bases y cuadros dirigenciales del Partido Reformista, en busca de asegurarse un cómodo triunfo en primera vuelta. Esto va a producir un éxodo en cascada que debilitará cada vez más al PRSC, desplomando la candidatura de Amable Aristy hasta obtener en las elecciones del próximo 16 de mayo una puntuación similar a la que sacó Eduardo Estrella en el año 2004.

Lo único que puede evitar que Leonel Fernández continúe desmembrando al Partido Reformista, es una alianza opositora en primera vuelta.

El Partido Reformista tiene que ir a una alianza en primera vuelta con el Partido Revolucionario Dominicano, compartiendo las candidaturas Miguel Vargas-Amable Aristy, comprometidos en base a un programa mínimo de gobierno, puntual, creíble y realizable.

Las alianzas entre demócrata-cristianos y social-demócratas en procesos electorales y en programas de gobierno tiene ya un largo historial de éxitos, tanto en Europa como en América Latina.

Pero lo más importante es que esta gran alianza ofrecería al país la oportunidad de votar por un frente opositor con verdaderas posibilidades de éxito, convirtiendo en realizable el deseo de las mayorías nacionales de que se produzca un cambio en la dirección de la cosa pública.

Hay que propiciar esta gran alianza ¡Ya!

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