Esta misiva te la escribo lleno del mayor orgullo, pues acabo de vivir una de las experiencias más gratas de mi existencia, gracias a  tu esfuerzo, a tu decisión de tratar de hacer las cosas de la mejor manera posible, y por encima de todo, ese coraje interior que posees para conseguir metas superiores. Está presente en ti una perfecta fusión: el trabajo, la determinación y las ganas de mejorar el mundo que nos rodea. Es de un padre orgulloso de ti.

La pasada semana se celebró en el Centro de Convenciones de Bávaro, la V Conferencia Internacional de Las Américas (CILA 2009), donde más de 1,500 jóvenes de distintas nacionalidades se dieron cita durante 4 días de responsabilidades, tratando de emular los trabajos de la ONU, siendo la celebración el evento juvenil de esta naturaleza más grande de América. Te correspondió este año ser su Secretaria General, y fui mudo testigo hasta hoy, de que ha sido  todo un año de grandes esfuerzos y numerosas actividades de “mi cosita”. Este, otro logro para enorgullecernos, a los que ustedes mis tres herederos,  -bondades bellas e inteligentes-, nos tienen acostumbrados y que recibimos como bendiciones divinas.

Al llegar a Bávaro, desde el lobby del hotel fuimos felicitados por padres y jóvenes en razón de que la noche inaugural no pude asistir, me perdí de ese primer manjar, donde  pronunciaste un soberbio discurso, sin siquiera leer una línea. Quiero que sean los demás quienes expresen juicios sobre tu participación. El periodista Christopher Cronnett, cofundador de CNN, me señaló lo siguiente: “Dr. ustedes deben sentirse orgullosos de su hija, esa joven pronunció un discurso de primores, como toda una personalidad política con experiencia, tiene la magia de una oradora de fuste, fue impresionante”. Opinión que  agradecimos.

La noche de clausura, sí estuvimos contigo, y tu discurso frente al Sr. Presidente de la República y su distinguida Primera Dama cuando te correspondió dar formal culminación del acto con jóvenes líderes. En verdad que a todos los presentes nos subyugaste, tu seguridad, ningún momento de parpadeo o de duda al citar cifras, acuerdos y experiencias.

Al finalizar tu discurso tanto el Dr. Leonel Fernández como su exquisita dama, Doña Margarita, me dijeron ambos que estaban gratamente impresionados por tu elocuente discurso, enfatizándonos su parecer: “Melissa es un gran talento, parece estar presente una genética desde los abuelos”, a ambos agradecimos de corazón sus proverbiales bondades. Al presentarme a Don José Luis “Pepín” Corripio, el dijo lo siguiente: “No, yo lo conozco bien, el Dr. Silié es de los nuestros, cada domingo me deleita leerlo, y me hizo la pregunta –de dónde sacaron ustedes esta chica tan talentosa- , qué manejo tan diestro de las palabras, ya  verán ustedes  a que  lugares cimeros habrá de llegar”. En verdad, que a don Pepín agradecimos sus emotivas  palabras.

En otro juicio, el buen amigo, empresario Manuel García Arévalo,  nos señalaba que estuvo en inútil pesquisa de los “telepronter” al impresionarse con tu destreza.  No sin razón al acabar  tu discurso todo el auditorio al unísono se puso de pie en una estruendosa ovación para ti, a la cual tu madre y yo nos unimos regocijados. Gracias Mely, sigue siendo como hasta hoy, una joven ejemplar, decidida, inteligente y triunfadora. Besos, tus padres.