Querido, admirado y recordado hermano, quiero escribirte como lo hago todos los años, aunque hablamos a través de la mente todas las noches, es imposible que el pensamiento se aparte del recuerdo de ustedes en algún momento, y te aseguro que duele de la manera tan temprana y de la forma tan cobarde que nos separaron, expresarlo no es posible, es imposible narrar tanto dolor y tanta impotencia, la vida nos cambió, aquel hogar bendito revestido de ternura, alegría y comprensión fue golpeado por la envidia, la intolerancia y el temor del hipócrita y sanguinario dictador, que gracias a los gobiernos conservadores sigue teniendo alguna vigencia en el país. Su herencia es un ejemplo maldito, solo defendido por algunos oportunistas, que se beneficiaron de el y que hoy agrupados negocian y viven de él, con escasas excepciones.
He hecho de costumbre leer los artículos que publicaste en la revista “Ahora” y “El Nacional” y mientras más los leo, más te admiro y he logrado entender lo que escribió en marzo del 1975 el rector de la Universidad de Mayagüez al Dr. Molina Morillo: “Le estoy pidiendo autorización para publicar algunos artículos del periodista Orlando Martínez, pues soy asiduo lector de sus escritos y le aseguro que no hay nada igual en América Latina y el Caribe, no es la muerte lo que duele, sino la perdida”.
Este 17 de marzo se cumplirán cuarenta y cinco (45) años de tu partida y la UASD siempre fiel a tu recuerdo hará en compañía de tus amigos el acto de las flores en la calle José Contreras, en él espero desahogarme del dolor que produce tu ausencia. Personas de concepto te recuerdan y agradecen tu sacrificio y te nombran, pero existen sabandijas que apuestan a olvidarte, esos que veían en ti un escollo para sus miserias, económica, intelectual y humana, todavía sigue siendo su pesadilla.
Estoy escribiendo el libro Pensamiento político y social de Orlando Martínez, aquí te voy a poner algunos ejemplos porque creo tiene vigencia en el momento que el país está viviendo:
“Lo primero que debemos dejar claro es que esta columna no persigue objetividad porque hacerlo sería andar tras un fantasma. Microscopio representa los puntos de vista, las opiniones, la forma de ver el mundo y a nuestro país que tiene su autor. Es pues, una columna eminentemente subjetiva. Ahora bien-subjetividad y falsedad no son sinónimos. Pero sí admitimos que podemos equivocarnos, que podemos errar. Ya lo hemos dicho: “Nada humano me es ajeno”. Sin embargo, no nos arrepentimos de nada de lo escrito en el tiempo de vida que tiene Microscopio.
“Como nosotros no tenemos ningún tipo de aspiración política, no queremos ni siquiera llegar a regidores-no nos importa quién esté en el poder, sino lo que hace. Lo importante no son los hombres, sino los programas de gobierno. Asimismo, si un mandatario gobierna contra los intereses de la mayoría de la población, y existiendo fuerzas sociales para tal acción, debe ser mandado inmediatamente al saco del pasado. Que quede bien claro, para todos, que el autor de Microscopio no es ni un fetichista anti-reeleccionista ni un fetichista electoralista”.
“No es nuestra misión defender a un político por defenderlo. De eso que se encarguen los payoleros del periodismo, que nunca faltan, y que siempre están dispuestos a ir donde huelen que hay mucha plata acumulada.
Hasta siempre, esta no es una despedida, seguiremos conversando a través de la prensa.