Carta a un economista inglés

Carta a un economista inglés

Querido hijo Omar: esta carta te la debió entregar tu madre, quien te visita en Londres, en un banco del parque Regents, lugar donde ustedes, mis tres hijos fueron ¨soñados¨ como entes humanos, pero hay cartas que por su trascendencia no son tan fáciles de redactar y ésta te llega casi al momento de presentar tu tesis en la Universidad de Manchester.

La que sé preferiste por tu temperamento transformador, frente a otras instituciones británicas muy prestigiosas. Decidiste ir a la escuela de Economía de esa ciudad industrial,  sé que existe una especie de distanciamiento del idealista clasicismo  británico, y donde  hay una ¨nueva casta¨ con cuenta propia de eso que ustedes llaman ¨dirección económica¨.

Me entero que estás en nivel de ¨Excelencia¨, te felicito por tus logros, por experiencias vividas conozco de los sacrificios que son necesarios para sobrevivir en esa cultura, con una incomparable herencia en las letras, las ciencias, la educación, su trato exquisito, el código no escrito del ¨gentleman¨. Ese bastión de clases, que tienen levantado en el corazón mismo de la historia de Inglaterra y eso les da una diferencia frente a otros países con dignidad y elegancia.

Hoy quiero yo, tu orgulloso padre, dirigirme a mi hijo crecido, ya en condición de ¨especialista¨, en ésta ciencia del saber que abarca el humanismo y los números, y que por conocerte muy bien sé que no eres amigo ni de la mediocridad ni del oropel. De ambas cosas doy fe; pues desde tu temprana infancia lograste los primeros lugares en todo lo que te proponías, siempre con humildad. En días pasados entré a tu habitación y vi  tus trofeos y medallas, y te imaginé polemizando en el país de la Reina con estoicismo frente al puritanismo inglés, que tuvo sus orígenes en el siglo XVII, que se mantuvo con fuerza prominente gracias a la moral victoriana, a los rigores de las dos guerras mundiales (nunca fueron vencidos) y por sobreponerse a las crisis económicas.

En tu ejercicio como economista, sé que te esperan retos de importancia, son muchas las complejidades que encierra tu profesión de administrador-consultor, que van desde las inversiones económicas hasta cuestiones morales. Siempre trata de resolverlos de acuerdo a tu propia conciencia, no debes olvidar nunca que si algo no es transparente, y está a nuestro alcance el poder mejorarlo, y máxime que si sabemos donde está el defecto, somos nosotros conniventes si no tratamos de erradicarlo. Llévalo como lema de vida en cada una de tus decisiones profesionales, para que la balanza de las riquezas tenga cada vez más justicia en su distribución.

El futuro implica siempre visión y previsión. Vivir en trance de futuro, es vivir plenamente el presente. La economía, es como la vida, cambia constantemente, una expedición progresiva. Lo de hoy es una marcha inicial en tu campo profesional, sabiendo que toda acción necesita de manera lógica una filosofía que oriente esa acción, trata de hacerlo siempre  como algo que no esté distanciado nunca de un correcto orden decoroso. Como todo joven moderno no limites nunca tu accionar,  espero que sólo tengas dos valladares: tu herencia moral familiar, y la negación a un bienestar basado en deshonestidades. Sé que tienes la fortaleza del Duque de Wellington, ¨sursum corda¨, ¡Omar, muchos éxitos!, tu padre.

Publicaciones Relacionadas