Carta a una futura neuróloga

Carta a una futura neuróloga

JOSÉ A. SILIÉ RUIZ
Muy distinguida colega:

Con sumo agrado me entero a través de tus padres de la gran noticia de que pasaste con méritos los difíciles exámenes de la Academia Española de Medicina, enhorabuena, en verdad que todos lo que te conocemos nos sentimos muy orgullosos de tus éxitos, parque sabemos de los grandes sacrificios que esto ha implicado, no sólo en lo material sino en lo espiritual, lo que te revela como una dama espartana que está decidida al triunfo. Me imagino el orgullo de tus padres, de tus hermanos y de todos en la familia.

Josma, a partir de ahora entras en una nueva etapa de tu vida, la de la formación en la especialidad del sistema nervioso, teniendo que enfrentarte a nuevos retos y a nuevas demandas, pero sabemos que esto solo logrará reforzar tu encentrado espíritu de luchadora, sigue siendo como hasta en este momento, verdadera revolucionaria, no seas nunca como gran parte de los jóvenes de hoy, seres robotizados y cobardes. Y allí donde el espíritu se crece en la soledad y la demanda, continúa reencontrándote contigo misma, para que continúes realizándote en ti misma, y luego sobrepasándote en logros y metas altruistas como lo es el más elevado de los compromisos, el curar.

Has logrado una meta elevada, no todos pasan este examen y menos con esas calificaciones, has vencido al león en sus propias entrañas, estás en una Europa moderna, con una gran cultura activa, con un humanismo positivo que se renueva, que ensancha la visión del conocimiento. En los días que estés triste o te sientas sola, piensa que todos los que te queremos estamos dándote ese aliento para el próximo combate, pues sigue siendo el espíritu, la más poderosa ayuda en la contienda de las fuerzas ciegas, de los instintos brutales, de las violencias de una vida moderna acelerada, de una profesión médica que exige mucho y considerable, más en una especialidad demandante como lo es la neurología.

Me siento muy complacido de que hayas elegido esta especialidad y siento que como ninguno de mis hijos ha elegido la carrera de medicina, sé que podré tener en ti a una especie de heredera digna, pues el destino común de los seres razonables debe cumplirse en la universidad y en las acciones de bien. Aprovecha siempre tu tiempo, pero no te olvides de vivir, de disfrutar la vida, no te limites nunca en procura de ser feliz, pues el gran poeta Renán lo dijo: “El fin de la criatura humana no puede ser exclusivamente saber, ni sentir, ni imaginar, sino ser real y enteramente humana”.

Tienes a tu favor la gran definición que tienes de tus metas e ideales, lo principal y que más nos llena de orgullo, es que buscas siempre la perfección y estás dispuesta a pagar el precio por ello, y encaminas tus energías en procura de lograr tus propósitos. No olvides nunca de velar por tu sanidad mental y espiritual, pues es la consciencia, la unidad fundamental de nuestra naturaleza, que exige que todo individuo humano sea, ante todo y sobre toda otra cosa, un ejemplar no mutilado de la humanidad.

Como toda mujer joven y atractiva tendrás tus tentaciones, cuídate siempre, pero no te niegues al amor cuando Cupido te fleche, pues esa fuerza del espíritu que es fuente de renovación te llegará más temprano que tarde, confiamos en ti y sabemos que lograrás establecer el equilibrio entre la seca erudición, la especulación metafísica de las ciencias puras, y esa llama ardorosa del afecto, que mueve el cosmos, que se complementan y son la armonía de la unidad de la vida y del mundo, pero siempre defiéndete y piensa con cierto egoísmo en tu provecho cuando te toque decidir.

Con gran orgullo por tus éxitos, me despido y deseo de corazón que como hasta hoy sigas siendo una damita especial, de gran coraje y decisión de triunfo, y no olvides que estás bendecida por el Supremo Hacedor, procura continuar siendo como el nauta que, siendo desplegadas las velas de su barca mar adentro, tiene confiado el timón a brazos firmes, y muy a mano la carta de marear, a su gente muy disciplinada, y en sobre aviso siempre en contra de los engaños de las olas.

Con sentimientos de la más alta estima tu colega.

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