Por Fellita Caamaño
«En mis 88 años, en cualquier espacio del Universo»
Así hablaría Francis Caamaño al Pueblo Dominicano
El 24 de abril del año 1965, la historia al conjugarse me empujó para asumir un rol protagónico en la definición de la democracia en nuestra República. Sin embargo, al vencer a los sectores que sustentaban al Régimen Golpista como resultado del Golpe de Estado al gobierno que representaba la constitución del 1963, nos vimos en la obligación de entrar en una Guerra Patria al enfrentar a la tropas de los Estados Unidos de América, quienes pisotearon el honor de nuestro suelo patrio, agrediendo la victoria lograda por el pueblo. Los soldados nos unimos a ustedes.
Ahora bien, quiero decirles que esa «Nación» que se define como la más desarrollada del mundo, aun en el siglo 21 tienen mendigos, practican la discriminación de razas, y otros, y un inquilino psicópata habita la Casa Blanca. Algo más; continúan invadiendo la soberanía.
Pero vamos a situarnos en nuestro ámbito, la Quisqueya, ya que es de suma importancia precisar algunos aspectos, para trillar por caminos distintos, pues los actuales parecen clonados del ayer.
Las miradas al pasado 1965, siguen siendo presente en 2020, y no solamente estuve en ese momento, sino que sigo en este. El Estado, a pesar de lucir moderno, es solo eso: lucimiento. No hay desarrollo económico, no hay desarrollo social, no hay desarrollo político, y mucho menos desarrollo humano.
Si observamos el amanecer y el atardecer en nuestro territorio nos daremos cuenta que obtener un empleo en nuestro país es un privilegio, y la humillación una constante. Pero las grandes naciones de hoy se hicieron inmensas cuando integraron al trabajo sus recursos humanos en reposo.
Las organizaciones políticas, en sus senos están minadas de «dirigentes» egoístas en donde quieren disfrutar de las emociones al margen del sacrificio, sumiendo al pueblo en la pobreza.
En febrero del año 1973 fui hecho prisionero y asesinado en el valle de La Lechuguita, Constanza, por los jefes militares de entonces, quemaron mi cadáver y lo que quedó de mí lo desaparecieron; no mis ideas. Por eso les puedo escribir esta carta.
Desde 1978-1982, 1982-1986, 1996-2.000, 2004-2008, 2008-2012 y 2016 hasta el momento, han sido gobiernos del PRD y el PLD, pero los gobiernos de Joaquín Balaguer se licuaron perfectamente con los del PRD-PLD en donde ya usted no distingue colores, siglas y mucho menos ideas, pues se extinguieron. De igual manera observo cómo me hicieron Héroe Nacional en su expresión inorgánica. En ese sentido estoy muy tranquilo puesto que ustedes me valoran diferente.
En el transcurrir de estos 88 años, no creo en hombres mesiánicos, ya que su gloria cabe en un grano de mostaza; prefiero el esfuerzo en equipo, cuya grandeza engendra veracidad, autenticidad y firmeza. Los hombres y las mujeres de esencia se conjugan firmes en las crisis y los engreídos hasta en la bonanza se desploman.
No puedo concluir estas fragmentaciones escritas sin manifestar mi profunda protesta por la participación de la OEA una vez más como juez, patrón y confesora general de nuestra República, al obtener el don absoluto en la responsabilidad de la sentencia definitiva en las «investigaciones» de las suspendidas elecciones municipales.
«La Tierra brinda lo suficiente para satisfacer las necesidades de todos, pero no la codicia de todos».
Me permito manifestarles con el más genuino respeto, que lo más importante en estos momentos no es ver lo que estamos eliminando, sino lo que estamos salvando.
Atentamente;
FRANCISCO ALBERTO CAAMAÑO DEÑÓ
0110620
*Fellita Caamaño Grullón, interpretando el sentir de Francis. «Yo que pasé la Guerra de Abril 1965 en la casa de Francis y me invitó a acompañarle al destierro en Londres el 22 de enero de 1966».