Carta del Lic. Emilio Rodríguez Demorizi A DON ANTONIO IMBERT BARRERA

Carta del Lic. Emilio Rodríguez Demorizi  A DON ANTONIO IMBERT BARRERA

El Lic. Emilio Rodríguez Demorizi, tuvo una participación destacada en la Revolución de Abril de 1965, al lado del Coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó. Allí murió su único hijo varón de apenas 18 años de edad, de nombre José Antonio Rodríguez Soler. Durante el transcurso de la Revolución de 24 de Abril de 1965, el Lic. Rodríguez Demorizi le envió una carta a Antonio Imbert Barrera en donde le pedía que renunciara a dicho Gobierno. Dicha carta aparece en su libro “Silveria y Emilio en la Revolución Constitucionalista”, págs. 144 y 145. Por su trascendencia histórica vamos a transcribir la misma, que dice así: “Carta a Antonio Imbert Barrera.[1]
“Para escribirte esta carta confidencial invoco el patriotismo que nos une a todos los dominicanos, la gloria de tu apellido ligado a las hazañas del 30 de marzo de 1844 y del 30 de mayo de 1961; nuestra condición de amigos y de puertoplateños y de ciudadanos que se deben a la verdad y al bien de la República.
“Te escribo, pues, en estos graves momentos de tu vida pública, más graves que los de la noche del 30 de mayo, para invitarte lealmente a la reflexión que te conduzca a la salvación de tu nombre y que a la vez contribuya a la patriótica solución de esta tremenda crisis civil de la República.
“Debes reconocer que la causa del derecho, de la ley, está del lado de los constitucionalistas.
“Debes reconocer que la actual dramática intervención de la República, la sangre derramada y las pérdidas sufridas, tiene su punto de partida en el aciago 25 de septiembre de 1963.
“Debes reconocer que el servicio que pensaste prestar a la República, al aceptar la precaria posición que ocupas, ya no tiene sentido.
“Debes reconocer que tu triunfo sólo sería posible mediante la destrucción de la ciudad de Santo Domingo y de la muerte de sus defensores, de la juventud dominicana, de los estudiantes universitarios, de los amantes de la ley, y que por ello mismo de nada te serviría una victoria a condición de la ruina y de la muerte.
“Debes reflexionar ante el hecho elocuentísimo de que todo el Continente, así como los países de Europa, apoyan el movimiento constitucionalista.
“Debes pensar que el reconocimiento del Gobierno Constitucionalista puede producirse de un momento a otro, y que entonces tu posición, desairada, tendría el fatal y desastroso derrumbamiento que deseo evitarle en bien tuyo y en bien de nuestra patria.
“Te pido, pues, que reflexiones, que reacciones contra el golpismo; que comprendas que un gesto hidalgo vale tanto como un gesto heroico; que el mayor heroísmo es el de una acción civil que salve un pueblo.
“La forma digna y gallarda en que debes realizar esa acción civil la dejo de tu inteligencia y a tu patriotismo en la firme certeza de que ella te dará mayor gloria que la del 30 de mayo.
“Esta es la voz de un amigo, de un puertoplateño, de un dominicano que no pertenece a ningún partido político y también de un consagrado a la historia que desde ahora se resiste a escribir tu nombre y a poner sobre él el baldón y el oprobio de que debes salvarlo sin vacilación, con el coraje de los héroes del 30 de mayo, cuyas viudas esperan aquí, junto a la Puerta del Conde, tu palabra de paz y de concordia, tu gesto de héroe civil.
“Antonio Imbert, ¡sálvate y salva la República de la desolación y de la muerte!
“Tu amigo,
“E. R. D.”.
Sin comentario, se lo dejamos al amable lector.

El 31 de mayo de 2016, murió don Antonio Imbert Barrera a la edad de 95 años y quien fue uno de los participantes del ajusticiamiento del dictador sancristobalense Rafael Leónidas Trujillo Molina, por treinta un años gobernó el país con mano férrea.
Antonio Cosme Imbert Barrera nació en la ciudad de Puerto Plata el 3 de diciembre de 1920, hijo de los señores: Segundo Manuel Imbert Mesnier y María Consuelo Barrera Steinkopf.
En la Era de Trujillo ocupó diferentes cargos y hasta fue Gobernador Civil de la provincia de Puerto Plata. En los gobiernos del Lic. Balaguer se le prohibió visitar los cuarteles y, luego, se le nombró Secretario de Estado de las Fuerzas Armadas, en 1986.
Su hermano, el exmayor Segundo Imbert Barrera, fue acusado junto a los señores Jorge Maltes Torres (a la sazón administrador del ingenio Monte Llano de Puerto Plata), Mencho Martínez, Domingo Pepín (a) El Chivo, Luis María Hernández Céspedes (a) Brigui, Pascual Cáceres, (a) sargento Petigreré, sargento Francisco Arache y el cabo Miguel Sosa, del asesinato de Luis Felipe Espinosa, líder de los trabajadores azucareros de ese ingenio, hecho ocurrido el 8 de noviembre de 1946, a la sazón presidente del Sindicato de Trabajadores de Monte Llano, Puerto Plata, quien murió a causa de golpes en la cabeza y ahorcamiento. El exmayor Segundo Imbert Barrera en los días transcurridos de las audiencias, demostró ser un hombre valiente y que afrontaba las adversidades con calma. Jamás vaciló y siempre fue firme en sus declaraciones. El exmayor fue condenado a treinta años de trabajos públicos y también los demás acusados a diferentes penas. Para cumplir esa sentencia fue trasladado a la cárcel de La Victoria, en Santo Domingo, donde prestó toda suerte de cooperación a los presos políticos del Movimiento 14 de Junio, caído en la mazmorra en enero de 1960. Dándole ánimo a los decaídos, valor a los afligidos, salud a los enfermos y en fin se constituyó en la admiración de aquellos hombres.
La noche del 30 de mayo de 1961, Antonio Imbert Barrera fue uno de los hombres que estuvo en el ajusticiamiento del dictador Trujillo.
Su hermano Segundo Imbert Barrera estando en la prisión se enteró de la existencia del complot contra Trujillo, llenándolo de esperanza. La noche del 30 de mayo de 1961 al ver los aprestos militares, se puso muy contento junto a Rafael Augusto Sánchez (a) Papito y el capitán Carlos Rodríguez Quezada, siendo esto comunicado por el coronel Horacio Frías a Ramfis Trujillo Martínez, quien ordenó la muerte de los tres, afrontándola con verdadero valor, haciendo honor a su ascendencia, la casta de los generales Imbert.
Cuando se dio el golpe de Estado al Prof. Juan Bosch, el 25 de septiembre de 1963, el mayor general Antonio Imbert Barrera apoyó el mismo y fue la persona que trasladó al derrocado Presidente en la fragata Mella a Guadalupe.
Durante los meses de mayo y septiembre de 1965 existieron en nuestro país dos presidentes: el primero, llamado Gobierno Constitucionalista, dirigido por el coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó; y, el segundo, denominado Gobierno de Reconstrucción Nacional, presidido por el general Antonio Imbert Barrera. De acuerdo con el historiador Frank Moya Pons: “(…), el general Imbert Barrera, un enemigo declarado de Bosch y de los comunistas, a quien los Estados Unidos escogieron e instalaron como Presidente para manipular la política local”. (Manual de Historia Dominicana. 15 Edición ampliada, 2013, Pág. 515. Librería La Trinitaria).
[1] “Texto de una carta, sin fecha, que tal vez fue enviada, pero que sí, seguro, nunca fue tomada en cuenta por su destinatario”.

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