Carta pública a Leonel Fernández (2)

Carta pública a Leonel Fernández (2)

POR MU-KIEN ADRIANA SANG
El próximo 16 de mayo se cumple el primer año de tu elección, y 9 meses que inició tu nuevo período de gobierno. Confieso que existen signos preocupantes en esta nueva gestión gubernamental. Los espectáculos desagradables con acusaciones mal formuladas de actos de corrupción a la gestión anterior, repiten, con el mismo atropello y torpeza, lo que los gobernantes anteriores hicieron con ustedes.

Y esas acusaciones estridentes no hacen más que evidenciar que la lucha contra la corrupción ha sido siempre un espectáculo de un circo dantesco. Los últimos episodios sobre el edificio que aloja la Suprema Corte de Justicia y la Procuraduría General de la República nos han dejado a todos atónitos y dolidos. A veces me pregunto, ¿por qué ambos organismos, en protesta por esos escándalos, no abandonan el edificio hasta que todo sea aclarado?

Siempre se habló de prioridades. En los diferentes discursos has sido reiterativo. La salud y la educación, serán el norte de nuestro trabajo, dijiste un día. Sin embargo, el presupuesto 2005, la mejor evidencia de cuáles son las verdaderas prioridades, no lo demuestra así. No es posible desarrollar la educación con apenas un 7% del presupuesto nacional. La crisis financiera, el aumento de la deuda pública y los compromisos de ajustes establecidos en el Acuerdo con el FMI son las razones por las cuales no es posible aplicar una política social amplia y profunda, como son los deseos, dijeron los miembros del equipo económico. Acepté a regañadientes la explicación. Una vez le pregunté a uno de los embajadores de Taiwán cuál era el secreto del éxito de ese pequeño país. Me contestó con una sola palabra: educación. ¿Sabías que Taiwán destina el 15% de su PIB a la educación?

No hay dinero para invertir en salud y educación, lo entiendo. Pero ¿por qué hay dinero para invertir en hospitales privados? ¿Por qué hay dinero para invertir en un Metro que es prioridad sólo para el grupo que se va a beneficiar de ello? ¿Por qué hay dinero para gastar en otras cosas no prioritarias? ¿Por qué hay todavía dinero para que unos pocos se beneficien de proyectos millonarios? Pienso que el Metro, podría tener consecuencias políticas desastrosas para esta gestión gubernamental, sería lo que algunos han bautizado como «el hoyo de Baninter de este gobierno».

Como decía en un artículo anterior, las señales de América Latina son confusas. La democracia latinoamericana se tambalea. La corrupción ha sido uno de los peores males de nuestra estabilidad democrática e institucional. Peor aún, la persistencia de la pobreza, de las grandes distancias entre los pocos que lo tienen todo, y los muchos que no tienen nada, es un caldo de cultivo para movilizaciones sociales. Los ejemplos sobran. Solo hay que recordar a Ecuador, Bolivia, Perú y Argentina.

Y cuando observo tantas cosas, me atrapa la desesperanza. También mi generación se ha visto presa de la lógica infernal del pragmatismo político. También mi generación se dejó guiar por las mieles del poder. También mi generación antepuso sus intereses personales a los del país. También mi generación le dio más importancia a la forma que al contenido. ¡Qué triste me siento!

A pesar de todo, sigo creyendo en la esperanza. No quiero que las lágrimas me nublen el horizonte. Sigo soñando con grandes cosas. Quiero el mega proyecto de la educación y la salud. Quiero el mega proyecto de viviendas para los sectores de escasos recursos. Quiero el mega proyecto que lleve el país por los senderos de la paz y la estabilidad duradera. Creo que el Gobierno tiene todavía la oportunidad de cambiar de rumbo y dar señales nuevas. Le conviene al país, le conviene al gobierno, le conviene a tu partido y te conviene a ti como Presidente también.

msang@pucmm.edu.do

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