Un salto al vacío
Señor director:
Sorprende la increíble petición o deseo del jefe de la Policía Nacional, mayor general Bernardo Santana Páez, sobre la innecesaria o inconveniente presencia de los fiscales en los cuarteles. Parece una ingenuidad de alguien que cree que todos estamos uniformados. o tenemos chalecos antibalas, a tíos o primos generales o coroneles para proteger nuestra vida, para ser más preciso en materia de derechos humanos. hay que vestirse de ciudadano común para saber lo que eso significa.
No tengo dudas de que de materializarse tal absurdo, volveríamos a los 12 años de Joaquín Balaguer, o más lejos, al trujillismo. Prominentes abogados como el doctor Ramón Veras y el doctor Guillermo Moreno ya han pronunciado su desacuerdo con el planteamiento del actual jefe policial, al igual que el brillante editorial de Hoy, del sábado 12/2/06, titulado: No, mi general.
El argumento del jefe de la Policía es que así se envía una señal de que estamos en un país sub-desarrollado, pero, por Dios, nuestro subdesarrollo no lo garantiza la mano dura ni la mano blanda; el desarrollo pleno verdadero está unido a la justicia, a las reglas claras, a las garantías constitucionales y legales. Estamos en un gobierno democrático, civil, republicano. La Policía es una institución civil, armada, no militar, en teoría. Somos y seremos un país libre, como dijo Duarte, el fundador de la República, el verdadero guía de gobierno y pueblo dominicano.
Yo, responsablemente, puedo testimoniar mi sufrimiento por la no presencia de un fiscal en el cuartel del kilómetro 12 de la carretera Sánchez, donde trataron de secuestrarme y tengo pruebas, fotos, etc., y fueron publicadas en el periódico Primicias en meses pasados. Y si no fuera por mi claro sentido y conocimiento de la ley, puede haber sido secuestrado y quizás más de ahí, porque la no presencia de un fiscal reproduce la costumbre dictatorial de buscar ciudadanos sin órdenes de fiscal o juez, se violan procedimientos y derechos.
Le pido por el contrario, al nuevo Procurador General de la República, doctor Rodolfo Espiñeyra Ceballos, que se nombre un fiscal adjunto en el cuartel del kilómetro 12, y en todos los cuarteles que no tienen y que por la importancia de la demarcación lo ameriten.
El país no se desarrolla con anuncios o cambio de imagen, sino con realidades, este es un gobierno nacido libremente en las urnas, hijo de un constructor de la democracia como el profesor Juan Bosch, que por el contrario instruyó a la policía de su época a adoptar una conducta civilista. Yo viví también en el exilio en Puerto Rico con mi padre, luego asesinado, Gregorio García Castro, tras el golpe de estado de ese gobierno constitucional.
Atentamente,
Enrique García Frómeta.