Cartas

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Mentes estáticas
Señor director:

No fue hasta las elecciones presidenciales del año dos mil cuatro cuando el entonces candidato presidencial del Partido de la Liberación Dominicana y sus aliados, el doctor Leonel Fernández, sacara el 57 por ciento de los votos emitidos, cuando los adversarios políticos de la boleta ganadora dejaron de decir que el partido morado era una organización pequeña, formada tan solo por cuadros políticos.

Este argumento siempre fue llevado y traído con diferentes palabras pero siempre en todas las circunstancias, era la herramienta más poderosa que se tenía para combatir al PLD.

“Que son un grupo de intelectuales, que no compartían con el pueblo, que tan solo son dirigentes de paneles y tribunas, en fin; que éramos unos comesolos que jamás íbamos a poder detener ese río embravecido convertido en avalancha humana que se llama PRD”.

Decían que constituía una ilusión el que un partidito que había ascendido al gobierno ocho años atrás con votos prestados, osara disputarle la victoria a un gigante de tantas batallas, enraizado en el corazón del pueblo y que había parido tantos héroes y mártires como el partido blanco.

La historia ya se conoce: Antes de que se emitiera el primer boletín por la Junta Central Electoral todo el país estaba enterado de que en las elecciones presidenciales del 2004 el Partido Revolucionario Dominicano había sufrido la derrota electoral más vergonzosa de su existencia.

Pero son mentes estáticas, nada de éso les ha servido a los dirigentes del PRD para aprender la lección.

Ahora viven diciendo de cara a las elecciones congresuales y municipales que habrán de celebrarse en nuestro país en menos de 15 días, que el PLD no tiene liderazgo provincial por lo cual esta organización recibirá una derrota humillante, contrario a ellos que sí tienen por montón líderes provinciales y municipales reconocidos en todo el país.

¡Qué simplistas y enanos de visión son estos dirigentes políticos!

Pretenden ignorar que aún cuando se han hecho esfuerzos para cambiar el sistema electoral de arrastre, nuestra población está tan profundamente marcada por su simpatía o militancia política partidista que su inmensa mayoría es arrastrada en cada ocasión por los colores, emblemas o símbolos de su respectiva organización.

Ignoran o pretenden ignorar estos dirigentes políticos que la militancia peledeísta está formada bajo la conciencia de que el partido es lo primero con lo cual tiene comprometida todas sus decisiones políticas incluyendo la de su voto por lo que disponga el partido, sin reparar en si sus candidatos son estrellas que alumbran el firmamento o si son simples luceritos. Para los peledeístas y simpatizantes, sus candidatos tienen luces y eso es lo que importa.

Pero lo más importante, y es aquí en donde estriba el gran error de los dirigentes del PRD, es que no se han percatado de que nuestra sociedad viene cambiando con lo cual ha dejado atrás aquel liderazgo político que tan sólo vive de hacer anécdotas y de revivir hechos bravíos del pasado que de poco le sirven a las condiciones materiales de vida, que sí le interesa, a las presentes y futuras generaciones.

Definitivamente, tendremos que esperar que cuenten los votos el 16 de mayo próximo para que los dirigentes del PRD se den cuenta de que nuestra sociedad finalizó la etapa del liderazgo político chabacano, el liderazgo político del domino, de la gallera, de la cerveza y el aguaje y que en cambio ha decidido cifrar sus esperanzas en los hombres y las mujeres que piensen seriamente en los ciudadanos, dirigentes que ejerzan con decisión y decoro su trabajo de servidores públicos. En fin, hombres y mujeres que tengan un proyecto de nación mancomunado y de progreso.

Atentamente,
Laureano Guerrero

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