Cartas

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Congreso equitativo:
Señor director:

Con una población de aproximadamente 9 millones de habitantes, la República Dominicana está llamada a aprovechar el escenario de las elecciones de medio término de mayo venidero, para crear un congreso equitativo y armónico, que garantice y defienda el proceso de institucionalidad que hemos de vivir en los próximos años.

El Presidente Leonel Fernández no tenía en su pasada gestión, 1996-2000 una mayoría absoluta de peledeístas en el congreso nacional ni en los ayuntamientos del país y esto no impidió la excelente labor realizada por su gestión en beneficio de la nación. En los primeros dos años de gobierno y en todo el cuatrenio contó con dos interlocutores en la oposición que actuaban con responsabilidad política y social, anteponiendo a los intereses partidarios y personales, el bienestar del país. Estos fueron los Doctores Joaquín Balaguer y José Francisco Peña Gómez.

El ejemplo dado, y lamentablemente no seguido, por algunos de los partidarios de Peña Gómez y Joaquín Balaguer, creó la plataforma de entendimiento entre el poder ejecutivo y el congreso nacional para desarrollar los grandes proyectos nacionales, tan necesarios para nuestro desarrollo como nación.

Recuerdo que en 1997 el Presidente Fernández visitó en Miami en su lecho de enfermo el Dr. Peña Gómez. Allí le dio a conocer el proyecto de capitalización de las empresas públicas, cuya iniciativa contó de inmediato con el apoyo de líder perredeísta.

El Dr. Peña Gómez fue directo y claro en su diálogo con el Presiente Fernández, a quien le expresó:

“Cuente usted con todo nuestro apoyo. El Estado Dominicano no puede seguir asumiendo las pérdidas de todas esas empresas”.

Y efectivamente a pesar de la oposición de algunos legisladores de su propio partido, la ley fue aprobada en el Congreso Nacional con el apoyo de la mayoría de la bancada perredeísta.

El Presidente Leonel Fernández es un estadista con la capacidad y la voluntad de sacar nuestro país hacia adelante, pero necesita de un congreso plural y democrático, que sirva de plataforma real a las grandes discusiones y debates que le permitan a la nación dominicana realizar las transformaciones que requieren los nuevos tiempos.

El liderazgo del Presidente Fernández se sustenta de una sólida vocación y práctica democrática que necesita de un congreso donde, al margen de las querellas partidarias, los intereses personales y la oposición irracional se puedan discutir a fondo las metas a seguir como país en los próximos años.

El próximo 16 de mayo el pueblo dominicano tiene en sus manos la oportunidad de escoger el país que prefiere, tiene el poder soberano se señalar el camino a seguir en la conformación de un poder fundamental en la discusión y aprobación de las reformas estructurales que tienen que ver con nuestro desarrollo, tenemos la oportunidad de escoger entre dos visiones ya conocidas de lo que debe ser nuestra nación.

La primera dirigida por el Partido de la Liberación Dominicana y sus aliados, llamado el bloque de la decencia, conformado por aquellos que desde 1996 han venido dándose cuenta de la certeza del Dr. Balaguer cuando les dijo al país que el camino malo estaba cerrado. Alianza que representa equidad, modernidad, pluralidad, y democracia.

El otro es la Alianza Rosada, bloque constituido por dirigentes del reformismo de la franquicia, el reducto de reformistas que sirvió de cómplice al PPH, en duplicación de la deuda externa, obligando al país a pagar 63 mil millones de pesos anuales, sólo en amortización de intereses a los bancos privados y organismos internacionales.

Endeudaron al país de manera vergonzosa y se creían haber conquistado la gloria, atropellaban a todos, designando en los poderes del Estado a personeros de su grupo político sin tomar en cuenta la opinión ni el interés de la ciudadanía. Ahora, en esta nueva etapa, se buscan de aliado a un sector que nunca le interesó aprende de su líder el Dr. Joaquín Balaguer y que no representa a las masas del Partido Reformista Social Cristiano.

Desde antes de las elecciones se puede asegurar que la Alianza Rosada está derrotada. Y lo está porque fue constituida por la cúpula de dos partidos que no representan ni siquiera a sus simpatizantes. Está derrotada porque se conformó para destruir la única esperanza que tiene el pueblo para salir del subdesarrollo, de la indecencia y la prepotencia.

El pueblo sabrá ayudar a su presidente a tener un congreso consciente, honesto y comprometido con las mejores causas.

Atentamente,
Javier González.

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